David Henderson, de 66 años, está acusado de actuar con negligencia poniendo en peligro la vida de Sala por las condiciones del vuelo que organizó.
En la víspera de la primera vista, el acusado se declaró culpable de uno de los dos cargos que se le imputan: «intentar dar de alta a un pasajero sin permiso o autorización válidos».
El proceso comenzó con la selección de un jurado formado por cinco mujeres y siete hombre, que confirmaron no ser aficionados del Cardiff City FC, el club que había fichado al atacante argentino, trasladándolo desde el francés Nantes, por 17 millones de euros (20,4 millones de dólares).
Dada la celebridad de la víctima, «la gente puede tener curiosidad por este caso, pero no deben hablar de él», les recordó el juez. «No me refiero sólo al cara a cara, sino a WhatsApp, a las redes sociales, Twitter, Facebook, los mensajes de texto», precisó, antes de aplazar la vista hasta el martes por la tarde.
Muestra del interés morboso que despierta este caso, un hombre de 62 años y una mujer de 48 fueron acusados en 2019 de acceder ilegalmente a las imágenes de la autopsia y difundir una de ellas en redes sociales.
En la oscuridad de la noche y con condiciones meteorológicas complicadas, la avioneta privada que llevaba al jugador argentino de 28 años a su nuevo destino cayó a las aguas del Canal de la Mancha el 21 de enero de 2019.
El cadaver de Sala, cuya muerte conmocionó al mundo del fútbol, fue hallado en la carcasa del aparato más de dos semanas después, a 67 metros de profundidad. El cuerpo del piloto, David Ibbotson de 59 años, nunca fue localizado.
En el informe final, publicado en marzo de 2020, la oficina británica de investigaciones de accidentes aéreos (AAIB) determinó que el piloto perdió el control del aparato durante una maniobra efectuada a una velocidad muy elevada, «probablemente» para evitar el mal tiempo.