El partido, jugado la tarde del lunes, transcurrió sin lucidez durante los 90 minutos reglamentarios hasta que el desequilibrio individual de Kevin Salvatierra junto al oportunismo de César Menacho hizo posible que el cuadro de Tembladerani sume los tres puntos en tiempo de adición (91´).
Con el compromiso decisivo encima contra Junior de Barranquilla por la Copa Libertadores, el director técnico José Ignacio González arriesgó con una alineación que contó con la participación de la mayoría de los alternos. Durante el cotejo, la diferencia era marcada con un elenco que le faltaba profundidad y oficio para romper con el planteamiento defensivo.
El primer tiempo llegó a su conclusión con escasas ocasiones de verdadero riesgo sobre el pórtico de la visita. González, de manera escalonada, hizo ingresar a titulares en el complemento, pese a eso, el elenco no encontró la forma de diagramar un fútbol vertical y cada vez era más estrecho el camino hacia el pórtico de Elder Arauz.
Los mejores ataques bolivaristas fueron producto de una viveza de los futbolistas que destacaban por su habilidad como Jhon García y Kevin Salvatierra, mientras Erwin Saavedra y Alex Granell manejaban el compromiso con bajo perfil en medio de la desorientación del delantero Armando Sadiku.
El Matador de Sucre aplicó rigor en su marcación, en ningún momento se salió del libreto para hacer posible la sumatoria de una victoria. La vocación defensiva de Independiente se disipó en contadas ocasiones con Gustavo Cristaldo y Mijail Avilés buscando cubrir terreno en el lado contrario. La visita mostró poco fútbol y escaza fue su cosecha.
Con el tiempo en contra, Salvatierra se aventuró a romper marcación con una acción personal hasta llegar a línea de fondo y enviar un pase corto al área, a la posición de Menacho, quien sólo tuvo que empujar la pelota con la pierna derecha para abrir el marcador a los 91 minutos.
Independiente lamentó los minutos desperdiciados en afilar su defensa cuando podía buscar una victoria. En el tiempo de prórroga, a los empujones, el equipo de la Capital trató de igualar la cuenta, pero en lugar de eso perdió a Avilés para la siguiente fecha por la tarjeta roja que recibió como castigo por el golpe que propinó a Salvatierra a los 95´.
La Academia pudo hacer flamear sus banderas con este triunfo en el aniversario número 96, día en el cual estrenó su camiseta de la marca Puma y subió a la cuarta posición en la tabla.