El partido arrancó con el equipo europeo como amo y señor de la posesión del balón. Sabiéndose superior, el conjunto vestido de blanco se paró bien arriba y sin demasiada dificultad encontró espacios rápidamente. Tras algunas acciones de peligro, encontró el 1 a 0 a los 17 minutos, gracias a una acción que encontró a ambos laterales en posición de extremos y que terminó como suele terminar: con Robert Lewandowski recibiendo un pase atrás cerca del punto de penal para definir sin mayores resistencias.
Tras ese gol, en los minutos siguientes el elenco alemán apostó por un juego más vertical y tuvo más oportunidades que no pudo concretarse, sin embargo con el correr del cronómetro los africanos comenzaron a ganar confianza y acabaron la primera parte mostrando un juego más que digno.
En el complemento el Al Alhy salió a presionar, no se tiró atrás y aprovechó los espacios de la defensa del Bayern Múnich. Fue así que Manuel Neuer tuvo que trabajar más de lo esperado y Jerome Boateng transpiró en esos minutos más que en la primera mitad. Sin embargo, ese buen momento del campeón de África no sirvió para mover el tanteador.
Hansi Flick mandó entonces a la cancha a Leroy Sané y a Eric Maxim Choupo-Moting en lugar de Thomas Müller y Serge Gnabry para recuperar la agresividad en ataque que había perdido.
Justamente fue Sané el que recibió un pase alto de Tolisso para llegar libre por la derecha a cinco minutos del final y lanzó un centro al segundo palo para que Lewandowski, sin marca ni oposición cabeceó casi debajo del arco y gritó el 2-0 final. Con ese resultado, el cuadro alemán cumplió con las expectativas y se clasificó a la final del certamen.
Karl-Heinz Rummenigge, director general del conjunto alemán, había anticipado en la previa: “Vamos al Mundial de Clubes con el objetivo muy claro de traer el trofeo a Múnich. Seis trofeos de la misma temporada, hasta ahora solo el FC Barcelona lo ha hecho. Si ganara, el Bayern Múnich disputará la final del jueves contra Tigres, conducido por el Tuca Ferreti.
El cuadro europeo ganó en 2020 la Bundesliga y la Copa de Alemania, la Liga de Campeones y las Supercopas de Alemania y de Europa. En 2013, el Rekordmeister había ganado cinco trofeos de seis, incluido el Mundial de Clubes, pero no se llevó la Supercopa de Alemania, que cedió a su gran rival de la época, Borussia Dortmund.
Los campeones de Europa llegaron con plantel casi completo a Qatar. Solo Leon Goretzka y Javi Martínez, que dieron positivo al coronavirus, se quedaron en Múnich. Desde 2013, el Mundial de Clubes ha sido siempre ganado por el representante europeo y el Bayern quiere prolongar ese dominio.