Antoine Griezmann abrió el marcador (60), Frenkie de Jong puso el 2-0 (63) y Messi cerró la cuenta (68, 71) para dar al Barça su 31ª Copa del Rey, que le afianza como el claro dominador en el palmarés de esta competición.
El trofeo supone toda una inyección de moral para el equipo azulgrana, tras el varapalo del clásico contra el Real Madrid el pasado fin de semana (derrota 2-1), y le permite soñar con el doblete Copa-Liga.
En cambio, supone un duro golpe para el Athletic, que hace quince días ya había caído 1-0 ante la Real Sociedad en la final de Copa 2020.
El Barcelona maniató a un Athletic, que apenas pisó el área contraria en la primera parte más ocupado en defender las llegadas del equipo azulgrana que atacar y sólo después de ir detrás en el marcador empezaría a arriesgar.
Tras una primera parte dominada por completo por el Barça, el partido se aceleró en el segundo tiempo.
El portero Unai Simón, que sostuvo a su equipo este sábado, no pudo prolongar sus milagros cuando Griezmann remató en boca de gol un centro de De Jong para hacer el 1-0 (60) y sin tiempo para asimilar el golpe, De Jong hizo el 2-0 de cabeza (63).
Los goles fueron dos duros mazazos para un Athletic que empezó a revivir los fantasmas de la Real Sociedad hace quince días.
Los ‘Leones’ se lanzaron tímidamente hacia adelante en busca del gol que les metiera de nuevo en el partido, pero pronto aparecería Messi para desbaratar el sueño vasco.
El astro argentino recibió un balón filtrado al área, recortó a un defensa y soltó un disparo cruzado para hacer el 3-0 (68).
Apenas tres minutos después, Messi remató a las redes un pase atrás de Jordi Alba (71) para poner el 4-0 que acabó de hundir a los ‘Leones’.
El Athletic se lanzó a la desesperada en los últimos minutos, pero el marcador ya no se movería.