Aparte del motor, a primera vista se aprecia en el nuevo coche un morro más puntiagudo y estilizado, en una versión del estilo de Mercedes, que comenzó el año pasado a mitad de temporada y que dio una ligera ganancia, pero no todo lo esperado. Es de suponer que este año le saquen todo el jugo a la nueva dirección aerodinámica, aunque con todos los cambios obligados en la refrigeración de los pontones laterales y de la trasera, habrá que esperar a la pista para ver si han acertado con el puzle.
Lo primero que destaca es la nueva pintura mate, que se apunta a la tendencia Red Bull y Ferrari de años pasados. Luego, la nueva zaga realmente compacta y estilizada, un trabajo de adelgazamiento que llega con el pequeño motor de Mercedes y que se aprecia incluso con el recorte en oblicuo del suelo para todos los coches de 2021.
No se sabe si es un efecto óptico, pero el monoplaza parece más largo entre ejes y parece haber perdido el 'rake', o inclinación desde la trasera al morro. El difusor más pequeño, por efecto del reglamento, puede haber llevado a que este deba estar más cerca del asfalto para ser efectivo y no perder toda la succión del coche en esa zona.
La zona media, justo después del eje delantero, aparece completamente limpia, con unos 'bargeboards' o deflectores muy simplificados, al desaparecer las cortinillas inferiores. En la vista frontal se aprecia lo fino del cono de la nariz y que a la altura de los triángulos ha perdido lo pronunciado de los hombros que se apreciaban en el coche de 2020.
En la vista de tres cuartos trasera se aprecia la nueva configuración de los pontones, con una entrada que parece más elevada y una caída súbita hacia el motor, muy al estilo de Mercedes y Aston Martin, lo que es un beneficio aerodinámico que determina lo estrecho de este propulsor.En general, el aspecto es el de un coche bien trabajado, que quiere regresar a la cabeza de la parrilla y a las victorias, que dejó atrás allá por 2012. (MARCA)