Dueño de su pasado, su presente y su futuro, Dani Alves se mueve a base de retos que él mismo se impone. Tapar bocas es lo que más ha hecho el lateral bahiano a lo largo de una carrera extensa y victoriosa, que va a extender, como mínimo hasta llegar al Mundial de Catar con la Seleçao. En la entrevista exclusiva concedida a SPORT, el mejor lateral de la historia del Barça también habla sobre cuál es su filosofía de vida.
Siempre fue muy polifacético. ¿Qué está haciendo más allá del fútbol?
-Estoy aprovechando este momento hasta encontrar un nuevo equipo en el mercado de invierno para desconectar y también para dedicarme a otros compromisos a los cuáles uno no tiene tiempo cuando está en la dinámica de jugar y entrenar. Tengo una empresa de entretenimiento que requiere bastante atención y cuidado. También estoy haciendo otros proyectos como un documental para la FIFA. Eso sí, nunca pierdo el contacto con el fútbol. Entreno y mantengo la forma para llegar al próximo mercado bien preparad y poder jugar ya de forma inmediata.
¿Le gusta que le definan como un loco?
Me autoimpuse el apodo de ser un buen loco y hay gente ve como como si fuera un loco, porque quien vive intensamente sus sueños los consideran de esta manera… pero estos tendrían que ser los no locos (sonríe). Los locos son los que están desperdiciando las oportunidades y las chances de construir grandes cosas dentro de su profesión y su segmento de actuación.
¿Y qué es ser un buen loco?
Los buenos locos son los que piensan como yo, los que se entregan al 200% en todo lo que hacen, los que respetan su profesión, las personas y los clubes que han estado defendiendo. Yo me considero así, porque en todo lo que hice en el fútbol, y lo que aún me queda por hacer, siempre actué de esta manera Soy una persona que cuida y se preocupa porque haya un buen ambiente, por la construcción de grandes equipos…y claro el resultado es mi palmarés. Eso sí que es de los buenos locos, porque los malos locos no lo consiguen (se ríe).
Su último título que lo reafirma como el más laureado de la historia fue el oro olímpico. ¿Qué representó para usted?
Es un logro muy especial porque es aparte de todo lo que vivimos los futbolistas a lo largo de la carrera. Los Juegos no son un evento de fútbol, hay los mejores del mundo en cada deporte que han peleado muchísimo para para poder estar allí.