“Un agradecimiento especial al primer periódico de la nación, El Diario, donde siempre ha habido elemento con capacidad y bien formado”, fue la primera impresión que esbozó Espinoza, quien es recordado por las grandes transmisiones en vivo de las carreras automovilísticas de otrora.

Fue un bonito diálogo, donde don Mario recordó varios aspectos de su extensa trayectoria profesional.

DED: ¿Cómo está la salud, don Mario?

ME: La pandemia ha cumplido su misión, todo lo que han hecho los chinos en el afán de disminuir el número de habitantes tan exagerado que tienen en esa nación y en el mundo, para ello han inventado este tipo de enfermedad que ha generado este virus que han generado tantas muertes. Hay que ser disciplinados para evitarnos problemas que ocasionan llantos a nuestros familiares, en mi caso, tengo un control absoluto de mi familia, mi esposa, mis hijas, nietas, quienes no me dejan salir ni a la ventana, uno debe acatar eso porque a uno lo mantienen vivo.

DED: ¿El automovilismo es su pasión?

ME: Lo fue y lo es actualmente, porque dentro mi carrera de periodista y abrazando el deporte, yo cuando egresé de la Universidad Católica en la primera promoción de periodistas profesionales, elegí la carrera deportiva. Y, Ana María Romero me dijo y me preguntó un día de esos, ‘si tu lo haces bien en información general, ¿por qué has escogido la de periodismo deportivo?, yo le respondo madre porque estoy podrido de todo lo negativo, de los crímenes, asesinatos, robos, en fin, todo es negativo. En cambio en el deporte, es mente sano y cuerpo sano, entonces uno tiene que alentar ello.

DED: ¿Dentro su trayectoria, usted ha hecho de todo, no solo periodista deportivo referido al automovilismo?

ME: Los Juegos Deportivos Bolivarianos para mi han sido algo realmente interesante, cuando hemos estrenado la piscina olímpica. Con Cabalgata Deportiva nos íbamos a transmitir en vivo todo ello, pero yo muy poco sabía de los términos técnicos que se tiene en este hermoso deporte, pero en el camino me encontré con un periodista ecuatoriano, quien me comentaba en torno al escenario, etc, y por eso le pedí ayuda para que me ayude con sus comentarios, así lo sacamos adelante la transmisión. También estuve en el Mundial de Estados Unidos 1994, donde además de Bolivia hubo bastantes figuras, no hay que olvidar a Maradona y también la presencia nacional en este certamen. Nos tocó enfrentar a Alemania, el campeón del mundo, y justo en el segundo tiempo, en el sector que defendía Bolivia le echaron agua en gran cantidad, y nada al otro lugar donde defendía Alemania. Yo me pregunté y decía aquí hay algo raro, y justo, Trucco se resbala y Alemania anota el único gol del partido. Vi la expulsión de cerca de Etcheverry, ante un tosco Matheus. En fin, fue el uno a cero injusto, jugamos como nunca y perdimos como siempre.

DED: -¿Le marcaron las transmisiones de automovilismo en los Yungas, don Mario?

ME: Realmente, esas han sido las carreras más lindas, hasta los cruceños que siempre han sido timoratos con el tramo del denominado ‘camino de la muerte’, han corrido tranquilos y disfrutando. Lo de Caranavi es para destacar, conocimos lugares tan bellos en los yungas, pero Caranavi se llevó la flor, como se organizaba todo lindo con doña Irma, don Hugo, los señores Castro, grandes anfitriones. Ha sido algo hermoso relatar esas bellas carreras, eso fue lo lindo de las organizaciones en las que trabajé, tanto en Cabalgata Deportiva como Carburando, sobre todo por las potentes ondas de Radio Panamericana, hadiendonos internacionalizado posteriormente, habiendo llegado a los famosos Caminos del Inca, tuve la oportunidad de relatar Fórmula Uno con Tito de la Viña, también trabajé con Carlitos Dalence, me quedo con ese orgullo y satisfacción de que como periodista deportivo conozco mi país, y lo conozco de cabo y rabo.

LA MIEL Y LA HIEL DE SUS RECUERDOS

Las anécdotas fluyen en la conversación con don Mario Espinoza Fortún, quien también se asustó en algunas de las transmisiones, como cuando se accidentó el egipcio boliviano Alí Eid Ali. “Lo recuerdo bien, Alí se cayó al río con su bólido, y con tanta suerte que se quedó enredado en medio de las fuertes ramas de los árboles. No pasó, gracias a Dios a mayores, y, recuerdo otras demasiados tristes, como la Tarija- Cobija, donde el auto de Juanito Morales se fue al rio, porque delante suyo había demasiado polvo, y no vio la curva para seguir en competencia, se fue directo, cayó al arroyo, y este se lo arrastró más de dos kilómetros, fue imposible sacarlo, como habrá pasado que los sacaron con las manos ensangrentadas porque quisieron romper los vidrios, pero la fuerza del agua no les permitió vivir. Fue muy doloroso, porque Juanito Morales era amigo personal, hubo de todo, de lo bueno y lo malo, hay de la miel y también de la hiel”, comentó a tiempo de comentar que se quedó contento con todo lo que hizo, habiendo incluso sido Presidente del Círculo de Periodistas de Bolivia, con el tiempo establecido, sin salirse del marco legal.