Surgió en una charla informal durante los días de aislamiento por la pandemia de coronavirus en su casa en Campos de Roca, de la localidad de Brandsen. Lo acompañaba su círculo íntimo, con Matías Morla, su abogado, entre los presentes. El tópico: las estatuas a modo de homenaje que les hacen a los grandes deportistas como Diego Maradona. “Yo no quiero una estatua, no me gustan, a veces no se parecen a la persona. No me gustan. El día que me muera quiero estar yo, quiero que la gente me salude a mí”, sorprendió el astro.
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