Fue un acto sencillo, con un breve parlamento de Joan Laporta y una breve rueda de prensa de Agüero, de apenas cinco preguntas. Pocas más hacían falta en un día como el de ayer. «Culer por un día, culer para siempre» fue el lema elegido por el FC Barcelona. A los 33 años un problema en el corazón obliga a Agüero a colgar las botas antes de tiempo, tras haber defendido la camiseta azulgrana sólo en cinco ocasiones.
Agüero explicó que «me puse en manos de los médicos y después de las pruebas me dijeron que lo mejor era dejar de jugar. Hice todo lo posible por seguir jugando y mantuve la esperanza de que así fuera, pero hace unos diez días ya tomé la decisión definitiva y estoy feliz por ello, la salud es lo primero».
El argentino repasó su carrera, se mostró orgulloso por todo lo que ha logrado en el mundo del fútbol y recordó que «desde que toqué una pelota a los cinco años soñé con ser futbolista y jugar en Primera, pero nunca pensé en llegar a Europa». Tuvo palabras de cariño para Independiente, para el Atlético, el City y la selección argentina. Y para el Barça, en el que apenas ha jugado, pero afirma que «me han tratado muy bien» y confesó que «lo que viví aquí no lo vi en otro lado, son muy fanáticos».
Destacó que «creo que hice lo mejor para ayudar a ganar. Me voy con la cabeza alta y muy feliz, no sé qué me esperará en otra vida pero tengo gente que me quiere y me desean lo mejor» y se acordó de los hinchas de todos los clubs en los que jugó y también de los periodistas, incluso «de los que no me trataron bien», apuntó entre bromas.
Admitió que las dos primeras semanas tras las arritmias que sufrió ante el Alavés el 30 de octubre fueron duras. «Tardé unos días en procesarlo, la verdad es que no fue fácil, pero ahora ya estoy bien», comentó. Y reiteró que «me pasó con 33 años, menos mal que me sucedió ahora y no antes, puedo estar orgulloso y feliz de la carrera que he tenido». (Mundo Deportivo)