Motivado con la Academia de fútbol que llevará adelante en Estados Unidos, en Carolina del Norte, Marco Antonio Etcheverry no escapa a la desilusión que hay en el país porque el fútbol boliviano no progresa y se registran derrotas tras derrotas, a nivel de la Selección y de los clubes lo que evidencia un mal momento.
No le echa la culpa a los jugadores, sino a la estructura del fútbol nacional que se tiene que cambiar pero no se cambia.
DED: ¿Cómo has podido ver la participación de Bolivia en la Copa América?
ME: Siempre los resultados son consecuencia de algo, si el fútbol boliviano pasa un mal momento, si los dirigentes y los clubes están divididos, por supuesto que el fútbol boliviano no va a estar en las mejores condiciones, está claro. Entonces no podemos engañarnos, a mí me duele mucho ver que hay gente que respalda lo que se está haciendo y no quiero ir en contra específicamente del señor presidente de la FBF porque yo no lo conozco, no puedo hablar mal de él, que es bueno o mal tipo, buen empresario o mal empresario, con el respeto que él se merece. Con su hijo (Andrés) me topé un par de veces, nos saludamos, charlamos un poco, no se la vida de ellos, nunca me ha interesado meterme en la vida de nadie, pero sí creo que la Federación tiene que ser manejada de una manera diferente.
DED: ¿Cómo?
ME: El líder de una familia que es la familia del fútbol tiene que unir a todos, no puedes estar bien con cinco hijos y con los otros cinco mal, dónde has visto que va a tener éxito eso, va a ser un desastre como familia, hogar. Eso quiero que entiendan los dirigentes de la FBF, que dejen su ego a un lado. Que el señor presidente se de cuenta quiénes le sirven y quiénes no, que no haya ningún dinero de por medio y que todo sea por convicción que se quiera ayudar al fútbol boliviano. Por supuesto estoy de acuerdo en que todos los dirigentes tienen que ganar algo, en Estados Unidos el presidente es contratado, el gerente contratado, se tiene que pagar un sueldo al dirigente para que éste haga su trabajo y trabajar para su institución.
DED: ¿La culpa es de los dirigentes?
ME: No todos, la otra vez cuando fui a Pando fui con mi amigo Marcos Rodríguez, lo conozco, cuando supe que iba a entrar hace mucho tiempo le dije, ‘te deseo lo mejor querido Marcos, salva a todo nuestro fútbol, queremos hacerte un monumento todos quienes amamos al fútbol para que salga adelante´. Y, si el señor Costa tiene la capacidad, la condición para hacerlo…hágalo, no condicione a los otros dirigentes diciendo que me parece que es así, para que lo apoyen, no, que lo haga por convicción. Que les diga a los clubes y asociaciones vamos a trabajar juntos, entrenen y jueguen todos el año calendario, ¿por qué?, porque en las asociaciones en las categorías menores juegan tres o cuatro meses y no tienen competencia, yo lo viví como técnico por eso hablo. Yo estuve a cargo de un equipo Sub 18 de Santa Cruz en Tarija y a mí me dio pena jugar contra un equipo al que le ganamos 12 a 0 y los niños seguían poniendo las ganas, y no les alcanzaba, porque no tenían preparación, no era competencia lo que les faltaba.
DED: ¿Qué planteas?
ME: Dicen que quiero algo, yo no tengo rivales en el fútbol boliviano, no tengo porque estar peleándome con seis equipos y apoyando a otros seis. El Presidente de la FBF es el papá de la familia, y cuando uno es papá tienes que reunirte con todos tus hijos para que estos respondan por lo que han realizado, pero todos tienen que cumplir su función para que haya un buen hogar. El fútbol tiene que ser igual, la gente de la Federación saber que tiene que trabajar por convicción, y se que hay gente muy buena, pero hay otros que son mediocres, dan asco y no les interesa el fútbol. Esos son tan sinverguenzas que uno les dice disimuladamente que se vayan y siguen ahí. Pero le mando este mensaje a don Fernando Costa, presidente de la FBF, señor Costa consiga la gloria con los triunfos y lo que venga con la Federación, que mejore el fútbol boliviano, no viva lo mismo que se ha vivido en los últimos años, con participación de Bolivia que no son de las mejores.
DED: ¿Vemos que los jugadores dan todo de sí, pero no alcanza?
ME: Uno opina y dice las cosas y la gente que está ahí comiendo de la gallina de los huevos de oro se molestaron la otra vez. Hubo un dirigente, no tengo ni idea de donde salió… (piensa un poco), no sé si ha sacado títulos con la FBF y si ha salido campeón con su equipo o si ha gastado dinero en los clubes como muchos presidentes que gastaron de su plata. (Sigue pensando) Este dirigente se llama Angelo Porcel creo, pero se dedicó, y me contaron a mí, a decir que yo era quien generaba todo esto, no, señor Angelo yo no hablo para usted, no me interesa, pero usted quiere hablar para mí, no lo haga porque no me interesa el puesto de usted, me interesa el fútbol.
DED: ¿Tuviste problema con alguien?
ME: Yo desde que fui capitán de la Selección me peleé con los pesados del fútbol boliviano, hasta por un premio me acuerdo. Me querían dar más premio a mí, darle menos a otros, por eso me pelee, pregúntenle a los otros jugadores, a los otros capitanes. Querían reunirse con todos menos conmigo, y lo voy a hacer siempre, pase lo que pase, gracias a Dios no le tengo miedo a nadie, tengo la cola tranquila. Lo triste, es que todo el mundo entra para ser rival, tenemos que superar ya eso, reunirse con los dirigentes, periodismo, todos los que están inmersos en el fútbol tenemos que estar juntos porque todos ganamos, cuando clasificamos al Mundial hasta los grupos de música, hasta las señoras que venden sandwichs en los estadios ganaron muchísimo más, todos ganamos, entonces hay que crecer juntos.
DED: ¿A qué te refieres Marco?
ME: Hay gente que lastimosamente que no ha podido disfrutar de salir a la orilla de la frontera y se queda aquí y quiere ser mediocre, transmite eso. No, tenemos que crecer y ayudarnos, generar. Aquí no es que los cambas, los collas, son huevadas, uno tiene que trabajar por el fútbol boliviano, dejar de mentir tanto y crecer, dejar de buscar el regionalismo, el clasismo, eso es antiguo, hay que educarse.
DED: A esta altura de tu vida, qué es lo que te duele más…
ME: Un amigo mio, abogado que está enrolado en el fútbol me decía, ´Diablo de nuevo te voy a ganar, voy a estar con este, con otro’, lo que me interesa menos es estar en un grupo, qué voy a hacer con un fútbol boliviano dividido, no me voy a poner a discutir y chocar para competir, ni dividir al fútbol boliviano, yo me creo más que eso. Viví en un país que es el número uno del mundo como es Estados Unidos, jugué al fútbol aquí donde todo es perfecto, bien organizado, seis meses antes sabíamos ante quien jugábamos. Teníamos clases antes de comenzar el torneo, se hablaba de racismo, de regionalismo, otro nivel, en nuestro país sigue habiendo esa diferencia de clases, hay los de sangre azul, los que recién llegaron de Europa, de la realeza, y estamos nosotros los humildes…
DED: El Diablo Etcheverry es del pueblo…
ME: Siempre, siempre voy a ser del pueblo, siempre voy a defender a la gente humilde, tratar de defender a los pobres, siempre.
Entre 1996 y 2003 fue el ídolo máximo de D.C. United.
“Ellos se van a sentir culpables de aquí a unos años, yo no, tengo la conciencia tranquila, di todo por la selección, todo por el fútbol, me tocó representar a Bolivia y soy una persona que soy orgulloso de mi bandera, de mi Bolivia”.
“Me encanta cuando me dicen el boliviano Marco Antonio Etcheverry, es lo máximo para mi, es motivo de orgullo que me digan boliviano”.
“Hace cuantos años que están destruyendo el fútbol, o salimos campeones de la Libertadores o salimos campeones de la Sudamericana o fuimos campeones de la Sub 15, Sub 17, o del Preolímpico”.
En 8 temporadas en D.C. United, ‘el Diablo’ disputó 1919 partidos de liga, en los que marcó 34 goles y registró 101 asistencias.
El historial de Etcheverry con DC es envidiable. Ganó las MLS Cups de 1996, 1997 y 1999; los Supporters’ Shields de 1997 y 1999; la Copa de Campeones de Concacaf (1998); la Copa Interamericana (1998) y la Copa Abierta de Estados Unidos (1996).