Así como Armin Franulic, el campeón, era exigente en la organización de las carreras, así también era en el hogar, donde compartía con su familia las horas libres y de esparcimiento.
Casado con Mercedes Davalillo, con quien tuvo tres hijos: Mauricio, Pablo y Patricio, Franulic buscó estampar su estirpe en el hogar que formó, cuyos retoños lo recuerdan con cariño y admiración.
“El tema del automovilismo siempre estaba presente en la familia, eramos muy chicos cuando comenzó a correr mi papá, pero siempre estuvimos vinculados con los vehículos, nosotros tenemos muchos recuerdos de haber viajado bastante, haber conocido muchos lugares, no en la extensión de mi padre, pero tenemos muchos recuerdos de viajes por tierra, de haber compartido como familia”, dijo Pablo Franulic, uno de los hijos del campeón.
Cuando eran pequeños no iban a las competencias, cuando se desarrollaban las mismas, sino solo a la meta, cuando el campeón llegaba a la meta. Por eso Franulic sujetaba en brazos al menor, Patricio, con los dos mayores parados.
“En los últimos años, cuando manejamos, ya tuvimos la posibilidad de acompañarlo siendo parte de la logística, como auxilios en las carreras, en temas de control de tiempo, darle referencia para decirle cómo estaba en relación a los otros pilotos”, contó Pablo.
Y, crecieron con ese espíritu ganador, en las competencias, siendo un sello particular que supo desarrollar.
“Hay muchos pilotos que tienen la habilidad, capacidad y han logrado muchas cosas, pero lo que él (Armin Franulic) tenía ese extra del resto era ir más allá de sus límites, y lo hacía permanentemente porque para mi padre había una sola posibilidad, era ganar o ganar. Cuando no ganaba, igual lo disfrutaba en algún momento cuando puntuaba, pero siempre entraba con la idea de ganar todas las carreras”, comentó el hijo de Franulic.
Le gustaba compartir mucho con la familia, un asado en reuniones familiares, también con los amigos, con quienes hablaba en torno a la competencia que había desarrollado.
“En el automovilismo tuvimos la posibilidad de participar su tres hijos, tanto en el karting como autos, siempre con la idea de buscar los mejores resultados en base a la organización como le gustaba a mi padre que era muy metódico, sistemático con el auto, con los auxilios, porque no era de salir a correr sin una logística y preparación previa”, aseguró.
Una vez que han desarrollado sus actividades particulares y tras haber compartido con su padre tantos momentos alegres, sus hijos están agradecidos con todo lo que les dio el campeón.
“El (Armin Franulic) no empezó a correr hasta estar estable en la parte económica, primero dio prioridad a tener esa estabilidad antes de dedicarse al automovilismo, todo fue metódico en él. Lo que nos queda a nosotros, más allá de la pena, es que nos ha dejado un ejemplo, no solo en lo deportivo y profesional, y nosotros tenemos que estar orgullosos de haber compartido y haber sido parte de esa gloria que tuvo en el automovilismo y como ser humano”.
19 de junio de este año, es la fecha en que Armin Franulic, en la madrugada, dejó de existir, aquejado de una enfermedad.
EL DATO
Dos días después de su fallecimiento, las cenizas cremadas del campeón fueron esparcidas en la zona sur, en el lugar en que aprendió a conducir.
JHONY MOLLINEDO