Luchó mucho para hacer historia. Suany, piloto cruceña, tiene mucha historia que contar. Fue la única mujer boliviana en competir y culminar la prueba más complicada del mundo tuerca como es el Rally Dakar. Estuvo a punto de perder una pierna, tras un accidente, pero tuvo la fuerza para seguir adelante y consagrarse con títulos internacionales.

Su padre es Leonardo Martínez, otro de los legendarios competidores en el Dakar. De familia, Suany supo destacarse.

Lamentablemente el coronavirus evitó que Leonardo sea parte de esta edición del Rally Dakar. Estuvo complicado de salud y recientemente salió del peligro. Suany aguarda su total recuperación.

La piloto nacional, empero, tampoco podrá estar en el Dakar 2022, ya que el cuadriciclo con el que compite llegará a sus manos en febrero. No obstante, tal y como demostró su perseverancia, apunta con todo internacionalmente.

En entrevista exclusiva con Deportes El Diario, Suany cuenta lo vivido:

DED: ¿Cómo califica este 2021. Qué cosas positivas y negativas puede mencionar?

SM: Lo que puedo rescatar de este año es que pude terminar el Rally Dakar en mi tercera vez. En anteriores ediciones no pude hacerlo ya que fundí mi motor y en mi segundo Dakar abandoné por un accidente. Estuve internada dos meses en clínica, apunto de que me amputen la pierna, y gracias a Dios en mi tercer Dakar lo pude terminar con mucha presión, pero al fin lo logré.

Lo negativo de este año es que nuestras autoridades no se han puesto a trabajar en el sistema de salud. Ahora que ya estamos con el Covid-19, no nos dan una respuesta de cómo hacer las cosas, en especial con las personas de bajos recursos. No hay mucho apoyo de las autoridades, muchas personas de bajos recursos venden sus cosas y hacen lo que pueden para salvar a sus seres queridos. Es una gran pena.

DED: Se viene un nuevo año ¿qué retos tiene en lo deportivo?

SM: Mi cuadriciclo llegará en la segunda semana de febrero, entonces lo que me propuse para el 2022 es correr en competencias internacionales, en Argentina, Marruecos, Chille. Anteriormente fui campeona latinoamericana en 2017 y 2018, entonces para tener estos títulos debo correr en Chile, donde se hacen las carreras. Además están haciendo otras fechas en Marruecos y ahora estoy buscando auspicio para que todas esas cosas se hagan realidad Dios mediante.

DED: Estar dentro de las mujeres más destacadas en Latinoamérica por el Dakar ¿cómo se siente? ¿a quiénes agradece y dedica este desempeño?

SM: Me siento muy feliz por ser una persona que es de Bolivia, poder llevar la bandera en diferentes países y podios con los títulos que tengo. Doy gracias a Dios y la virgen, quienes me protegen en todas las carreras; también a mis padres por su apoyo y paciencia.

DED: Sólo Daniel Nosiglia está en la actual edición del Rally Dakar. ¿Qué impidió que no estuviera?

SM: En realidad hay el problema de los chips a nivel mundial en todos los vehículos, esas fueron una de las cosas que me impidieron que no vaya, porque estamos con la fábrica intentando que me manden mi cuadriciclo desde hace mucho tiempo, ya que hay falta de chips en los vehículos. Varios de ellos están llegando sin estos repuestos, entonces BRP Canadá se está encargando de que mi cuadriciclo llegue al país en febrero sin que no le falte nada.

DED: ¿Qué complicaciones se ven en Rally. Qué ha cambiado en usted desde que comenzó esta travesía?

SM: Tengo una anécdota en mi segundo Dakar que abandoné, ya que tuve mi accidente. Estaba tercera en mi categoría y tuve que parar para dar gasolina al que estaba segundo y a los 100 metros me accidenté porque no vi mi hoja de ruta. Entonces este accidente me cambió mucho, porque tuve cortadas y fracturas, tuve contusiones muy fuertes en mi rodilla y aun así seguí corriendo con fiebre en esos días, sin medicamentos ni nada.

Ahí me di cuenta que mi meta era a terminar un Dakar siendo mujer. Entonces me cegué tanto en eso de terminar sea como sea. Entonces corría como podía, cojeaba, como sea anduve en el cuadriciclo y luego me di cuenta que estuve de nueve a diez horas manejando todos los días con esas condiciones. Por la alta fiebre tuve que abandonar en Uyuni, tuve también muchas complicaciones por lo que tuve que retornar a Santa Cruz y estuve dos meses en cama, en la clínica.

Estuvieron a punto de amputarme la pierna porque tenía dos bacterias se estaba poniendo muy grave, porque obviamente estuve mucho tiempo corriendo así. Una vez que me recuperé al mes siguiente volví a correr, porque es algo que me gusta y salí campeona latinoamericana.

Eso para mí fue lo mejor que me pasó ese año, porque me di cuenta que una como mujer puede llegar lejos en todo lo que se proponga. Me siento muy orgullosa y agradecida.

DED: ¿Cuál fue su mejor momento en el Dakar. Lo puede describir?

SM: Mi mejor momento fue cuando llegué a la meta. Tomé la batuta como mujer en mi tercera edición y lo logré. Quería demostrar que las mujeres sí podíamos hacerlo, es algo que siempre busqué. Quiero que las mujeres siempre tengan fuerzas en todo lo que nos propongamos. Tenía la presión de los repuestos, las llantas, corría con las llantas remendadas y los repuestos como sea. La preocupación de mi papá al saber de mis problemas con el vehículo, él quería llegar conmigo, tuve muchos percances pero sí se logró. Vamos por muchas más ediciones en los próximos años.

DED: ¿Nos puede dar un mensaje a todas las personas que sueñan con llegar lejos como usted? ¿Cuál es el secreto?

SM: Si uno tiene una meta o un sueño, uno tiene que confiar en que puede hacerlo. Dios nunca nos abandona, hay que creer en uno, porque nosotros pasamos cosas en la vida y hay que sentirse capaz de hacerlo. Miras los errores del pasado, ahora hay que mirar dónde hay que estar. Todos los problemas son temporales. También hay personas que son envidiosas, por eso tienes que creer en ti y lo que te propones. Después de la tormenta saldrá el sol.

ERWIN QUISPE PERCA