Está causando estragos. En la edición de 2016, la escudería Peugeot dominaba la prueba y llevaba a la victoria al 2008 de Stéphane Peterhansel. El caballero de todos los récords en el Dakar se posiciona a mitad del recorrido como candidato legítimo a un 13er puesto, su 7º en coches. “Monsieur” Dakar empezaba discreto, haciendo gala de su dominio de camino a Tucumán para volverse a hacer con el mando aprovechando los pequeños y los grandes errores de sus rivales y/o compañeros de equipo la víspera de la jornada de descanso. La gran batalla que se perfila hasta Buenos Aires es la que tendrá que librar contra sus compañeros que también conducen un 3008. Sébastien Loeb alterna entre la rapidez insolente, que le ha permitido imponerse en dos especiales como quien sale de paseo, y el aturdimiento intermitente, que aún no le ha pasado factura, pese a sus torpezas: va segundo detrás de Peterhansel a tan solo 1’09’’. El podio provisional se ve completado por Cyril Despres, que rubricaba su primera victoria de especial en coches en la etapa más dura de navegación, en Tupiza. Aunque el antiguo piloto de motos cedía su puesto en lo más alto de la general en la última especial disputada, hace gala sobre el terreno de su madurez como piloto de coches, con un retraso de menos de 5 minutos frente a su mentor.
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