El economista Horst Köhler, que ejerció como Jefe de Estado entre 2004 y 2010 luego de haber dirigido el Fondo Monetario Internacional, falleció ayer tras una breve enfermedad, anunciaron las autoridades.
El expresidente alemán Horst Köhler falleció ayer a los 81 años tras una breve y grave enfermedad, rodeado de su familia, según anunció la oficina presidencial en Berlín.
Elegido el 23 de mayo de 2004 y confirmado en el cargo para un segundo mandato cinco años después, dimitió inesperadamente el 31 de mayo de 2010. El actual presidente, Frank-Walter Steinmeier, le rindió homenaje en un mensaje a la viuda de Köhler, Eva Luise Köhler, en el que lo define señalando que fue un «golpe de suerte para nuestro país».
«Sólo podemos estar profundamente agradecidos de haber podido vivir la experiencia de Horst Köhler como el noveno presidente de la República Federal Alemana. Le dio mucho a este país», escribió Steinmeier. «Con la muerte de Horst Köhler, hemos perdido a una persona muy estimada y extremadamente popular que logró grandes cosas, para nuestro país y en el mundo», agrega en la carta.
SIN AFILIACIÓN
PARTIDISTA
Köhler fue el primer presidente que asumió el cargo sin afiliación política. En 1976, tras estudiar Economía, comenzó su carrera como funcionario del Ministerio de Economía y en 1990 ascendió a secretario de Estado del Ministerio de Finanzas.
Köhler fue el principal negociador de Alemania en el período previo al Tratado de Maastricht de 1992, que condujo a la creación del euro. En 1993, pasó al sector privado, donde fue presidente de la asociación de los poderosos bancos de ahorro y de las grandes cajas de Alemania, antes de ser nombrado presidente del Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo en Londres. En 2000, se convirtió en director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI).
UNA DIMISIÓN SIN
PRECEDENTES
Elegido para suceder a Johannes Rau como presidente federal, un cargo representativo y en gran medida únicamente protocolario en Alemania, fue reelegido en 2009. Su dimisión un año después fue una sorpresa y es única en la historia reciente de Alemania.
Se produjo después de un comentario desafortunado en una entrevista de radio sobre la participación de Alemania en el conflicto de Afganistán. Se le criticó por justificar el despliegue militar allí con razones económicas, una acusación que él negó. Sin embargo, consideró que su posición se había visto irreparablemente perjudicada y renunció.
PRESIDENCIA NO EXENTA
DE POLÉMICAS
En el cargo, Köhler tomó decisiones polémicas, negándose en ocasiones a firmar leyes como exige la constitución. Su papel en la maniobra para disolver el Parlamento a instancias del entonces canciller Gerhard Schröder en 2005, fue también controvertido en su momento.
Köhler fue un ferviente defensor de África durante su carrera y fue enviado especial de la ONU para el Sáhara Occidental entre 2017 y 2019. Tras su dimisión, Köhler se mantuvo al margen de la política nacional, pero sirvió al frente de un consejo sobre cambio climático. (Dw)