“Necesito que la gente venga a verme y necesito entrenar a la gente. Incluso a los hombres de edad, o a las damas, o cualquier persona, tal vez a un grupo de personas”, indica Limo, de 52 años, quien corrió maratones y pruebas pedestres en su país, en Italia, Tailandia y Panamá.
Limo tuvo la oportunidad de visitar, semanas atrás, el estadio Hernando Siles, donde vio entrenar a atletas y niños, observó que falta pulir la técnica y corregir detalles para un mejor desempeño. Lastimosamente, el idioma se ha vuelta una barrera.
“No tengo a nadie que me muestre ni siquiera la calle, no tengo a nadie que me lleve donde los atletas. Es difícil para mí, no tengo a alguien que me lleve”, cuenta Limo, quien está hospedado en la casa de Cristian Conitzer, ciclista, comisario de la Federación Boliviana de Ciclismo (FBC) y organizador del Maratón de La Paz. (APG)