El dirigente de 52 años, ya reelegido en las mismas condiciones en 2019 por los delegados de las 211 federaciones nacionales del organismo, podría mantenerse hasta 2031 al frente del fútbol mundial, ya que su primer período de tres años está considerado como incompleto.
«Os quiero», reaccionó el patrón del fútbol mundial frente a los delegados en pie, sin que el sistema de voto permitiera saber si había voces disidentes.
En su activo, el italo-suizo puede mostrar un balance financiero sólido, con un alza de un 18% de ingresos y un 45% de reservas en el ciclo 2019-22 con respecto al precedente, que permite a la FIFA aumentar todavía más sus subvenciones a las confederaciones y federaciones.
En el lado de la gobernanza, su último mandato estuvo marcado por una vasta reforma de traspasos, por la institución de una baja por maternidad para las futbolistas profesionales, así como por reglas de proceso disciplinario más protectoras para las víctimas de violencias sexuales.
Ahora, los principales trabajos de los próximos años están en marcha, comenzando por el paso del Mundial masculino de 32 a 48 equipos.