Los hombres de Erik ten Hag cerraron una racha de dos derrotas consecutivas (frente al Brighton y el West Ham) que comprometieron su presencia en la máxima competición continental. Con el Liverpool pisándole los talones, no podían fallar de nuevo. Sobre todo, porque los ‘reds’ van como un tiro con el acelerador pisado a fondo y con ganas de culminar con éxito el curso. El Wolves no era el mejor rival para recuperar la senda de la victoria. El equipo de Julen Lopetegui firmó su salvación matemática la pasada jornada después de un inicio de temporada terrible que arregló el técnico vasco con su llegada tras su destitución del Sevilla.