El fútbol boliviano ya no sabe cómo hacer para sostener su agonía. En un momento en el que se imponen las estrategias políticas y los mensajes demagógicos por sobre las aspiraciones futbolísticas, la situación no está nada bien. Los dirigentes se empeñan en tomar decisiones incomprensibles, alejadas de todo razonamiento, de un ideario, de un proyecto. Y nadie se anima a dar el primer paso para revertirlo. Tal vez por falta de valentía, por desconocimiento o, claro está, por las benditas urgencias. ¿Por dónde debería empezar a construirse la casa? Por las bases. Por una planificación sustentada, por un “PROYECTO GLOBAL” Y para eso hace falta verdadero conocimiento, sabiduría vinculada con el juego, con la administración deportiva, etc. etc… Gente idónea.
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