El Cairo.- El presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, abrió ayer las puertas de la catedral de la Natividad presentándola como “la más grande de Oriente Medio”, dedicada a una minoría cristiana copta, cuya celebración de la misa de la Navidad se vio ensombrecida por una explosión que mató a un oficial cerca de una iglesia.
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