Luis Héctor, uno de los ocho hermanos de la familia Cristaldo Ruiz Díaz, estaba criado en el seno de un hogar de futbolistas y en el rumbo de esa tradición, tenía un hermano que jugaba en Bolivia y dos hermanas y un hermano, que realizaban sus estudios en la capital cruceña desde el año 1980. Él asegura que sólo se trataba de una visita…una visita que se prolongó por el resto de su vida y que le dio inesperadas y grandes actividades deportivas.
“La verdad es que yo vine a pasear, porque tenía un hermano mayor que jugaba en Oriente Petrolero y desde 1984 ese paseo duró hasta hoy (…)”, comienza su relato.
Cristaldo, ahora entrenador de las divisiones de ascenso de The Strongest y del club Hiska Nacional, tiene una vida muy ordenada, ocupada y dinámica. Lo vimos trabajar con sus clubes y su estado físico es envidiable, casi no perdió la ligereza y velocidad que lo caracterizó en aquellos años de su plenitud deportiva, pero ahora, con la sabiduría para poder enseñar y la autoridad para impartir instrucciones certeras y calificadas.
Pidió que RETRO FÚTBOL de EL DIARIO, lo entrevistara allí, en media cancha de estadio “Obrero” de Miraflores, donde es su lugar de empleo rutinario. Luego de un breve juego con el balón, se puede advertir que su habilidad está intacta.
Y al adentramos a su esencia espiritual, lo vimos como a un ser humano sencillo, cordial, de buen hablar y muy exacto en sus apreciaciones.
“Desde niño, la pelota siempre fue mi obsesión. Vengo de una familia de futbolistas, mi padre lo fue y también los hermanos de mi madre. No podía dejar de serlo yo también. Nací en Argentina y allí comencé a jugar en Ibarreta, mi localidad”, señala.
Ibarreta es una localidad del departamento Patiño, al sudeste de la provincia de Formosa, Argentina a 210 kilómetros de su capital.
“Me impresionó Bolivia desde que llegué; y por mi habilidad en el fútbol, me integré a la Academia Tahuichi Aguilera, ahí permanecí hasta que Oriente Petrolero se fijó en mí”, continúa.
La historia del fútbol boliviano describe a Cristaldo como el profesional que surgió en 1988 jugando para Oriente Petrolero, en un partido en el que ganó por 1-0 al Club Destroyers. Posteriormente, militó en el Club Bolívar, Mandiyú de Argentina, el Club Cerro Porteño de Paraguay y el Real Sporting
En 2001, retornó a Bolivia para jugar en el Club The Strongest hasta 2007, año en que fichó por el club donde se inició, Oriente Petrolero. Tras un primer retiro formó parte del cuerpo técnico del club The Strongest de La Paz junto al entrenador Néstor Craviotto y posteriormente también fue asistente de William Ramallo en el Oruro Royal Club, aunque decidió regresar al fútbol para jugar en el propio Oruro Royal hasta el año 2012.
“Cuando era niño, mi barrio era 8 de Diciembre y mi equipo Velez Sarfield y ahí empecé a jugar, puedo decir que ahí fue mi formación. Ya en Bolivia, después de la Academia Tahuichi, pasé a Oriente Petrolero y luego Cerro Porteño de Paraguay y Bolívar…”, reitera.
Agradece a la Academia celeste, de la misma forma que a todos los equipos en los que militó, porque asegura que “al vestir una camiseta, su compromiso es total”, sin embargo, confiesa tener especial apego por The Strongest.
“Mi mejor momento fue en The Strongest y en esta gran institución continúo. Actualmente, el tener la oportunidad de entrenar a sus divisiones de ascenso y también al club Hiska Nacional, me llena de alegría”, remarca.
Cristaldo es un defensa de oro porque después de naturalizarse boliviano y formar su hogar en Santa Cruz, fue internacional con la Verde, con la que llegó a participar en la Copa Mundial de 1994, la histórica selección que aún no pudo ser superada.
Las estadísticas demuestran que Cristaldo jugó 93 partidos entre los años 1989 y 2005, lo que lo convierte en uno de los futbolistas con más apariciones con el combinado boliviano junto a Marco Sandy, aunque siete juegos menos que Ronald Raldes que completó el centenar de partidos.
Participó en la Copa Mundial de Fútbol de 1994, en seis ediciones de la Copa América y en la Copa FIFA Confederaciones 1999.
“El ir al Mundial con selección es mi mejor recuerdo, vivimos esa experiencia con la mayor alegría, no creo que nadie vaya a decir que fue una etapa triste, al contrario, hicimos que todo un país se alegrara y también nosotros fuimos muy felices”, asegura.
Cristaldo, al igual que todos los héroes del ’94 recuerda, el 17 de junio de 1994 como un día de ensueño.
En esa oportunidad, nuestro combinado se dio el gusto de inaugurar aquella cita ecuménica, USA ‘94. Fue un instante que nadie lo puede olvidar y nuestro entrevistado lo recuerda así:
“Fue un sueño cumplido. Quién no quiere jugar un Mundial y más todavía, la inauguración de un Mundial; es como jugar la final. Esa suerte tuvimos, son tantos países que hay en este planeta y tuvimos el privilegio de inaugurar un Mundial; muy pocos tienen esa suerte. El mundo entero tuvo los ojos puestos en nosotros”, asevera.
Con la experiencia acumulada y buen estado físico que conserva, Luis Héctor lleva más allá su experiencia y ahora es un profesional de la dirección técnica y con marcado éxito.
Nos comenta que por el momento vive en La Paz, pero su familia está en Santa Cruz. Su esposa y compañera, María, es una hermosa cruceña y sus tres hijos, también siguen los pasos de papá.
Según relata, Maycol fue jugador de fútbol, Héctor tiene buenas condiciones y el pequeño Félix (cuyo nombre lleva en honor al abuelo), también hace sus primeras armas en el Kínder.
Confiesa que si le tocara pedir algo a la vida, solo le pediría salud y felicidad. “A Dios le pido siempre tener felicidad, no le pido cosas materiales porque eso no te asegura que vayas a ser feliz. Entonces le pido ser feliz y ya sabrá Él cómo hacerme feliz. Hoy me está haciendo saber que la felicidad mía está en una cancha de fútbol, porque cuando me alejé (del fútbol) fue algo muy feo. Cuando volví a las canchas y volví a dirigir a un equipo de fútbol, la felicidad volvió a mí.”, remarca.
Luis Héctor Cristaldo, en este momento, le está devolviendo a Bolivia todo lo que le dio, al ser un DT de excelencia. Su trabajo es impecable- según comentan sus pupilos- y el respeto que inspira en el puesto, connota mucha responsabilidad y conocimiento.
Él tiene autoridad para aconsejar y aconseja: “Todos los jóvenes que se vayan a dedicar al deporte, que lo hagan con pasión, esa que uno le pone a cada disciplina que practica, no solo al fútbol, lo que hagan que sea con el corazón para intentar llegar al máximo, si se llega bien; si no, por lo menos quedarse con la satisfacción y conciencia tranquila de que dieron los mejor”, dice.
Antes de concluir la entrevista, le dedica unas palabras a Bolivia, ahora su Patria:
“Yo nací en Argentina pero para mí, Bolivia es lo máximo. Este mi país, siempre me dio la oportunidad de jugar a nivel profesional y la verdad es que la gente que he conocido siempre ha sido amable conmigo. El único sentimiento que tengo es el agradecimiento”, concluye.
En ese momento, en medio del bullicio de cancha posterior al entrenamiento, luego de despedirse, se aleja con trote ligero hasta reunirse con el resto del equipo y… a posar para la para la foto de esta portada.
Es Luis Héctor Cristaldo, el defensor mundialista de oro que le regaló tanta alegría a la hinchada.
‘A Dios siempre le pido ser feliz y mi felicidad está en la cancha’
Sus frases:
«La pelota siempre fue mi obsesión»
«Yo vine a Bolivia a pasear en 1984 y me quedé toda la vida»
«Más allá de los clubes donde milité era el jugar fútbol, porque eso era lo que me gustaba»
«The Strongest es hoy lo que llevo en mi corazón»
FICHA
Nombre: Luis Héctor Cristaldo Ruiz Díaz
Lugar de nacimiento: Ibarreta, Formosa (Argentina)
Fecha de Nacimiento: 31 de agosto de 1969
Lugar de radicatoria actual: La Paz y Santa Cruz
Ocupación actual: DT de Hiska Nacional y división de ascenso The Strongest
Familia: María (esposa); Maykol, Héctor y Félix (hijos)
Ghilka Sanabria