Los manifestantes han demandado abrir un proceso de destitución a Bolsonaro, recuperar la ayuda de emergencia de 600 reales (unos 99 euros) y avanzar en la vacunación contra el coronavirus. Las organizaciones convocantes esperan un millón de asistentes a las marchas convocadas en más de 400 ciudades de Brasil y del extranjero.
En Río de Janeiro, Brasilia, Sao Luis, Goiana y Recife han acogido las marchas en la mañana del sábado, mientras que en Sao Paulo la concentración ha sido ya por la tarde. La mayoría de los asistentes portaban mascarilla y trataban de mantener una distancia de seguridad para evitar contagios.
Estas protestas se enmarcan en la campaña lanzada desde la oposición contra Bolsonaro el 29 de mayo, una vez se considera pasado el mayor riesgo de la epidemia, y en esta ocasión se han sumado nuevas organizaciones a la convocatoria, como el Partido de los Trabajadores (PT) o la Central Única de Trabajadores (CUT).
Precisamente el líder del PT, Luiz Inázio Lula da Silva, favorito en las encuestas para las elecciones presidenciales de 2022, quería participar en la marcha de Sao Paulo, pero sus aliados se lo han desaconsejado para evitar mayores aglomeraciones.
«No vamos a salir de las calles hasta que Bolsonaro salga del poder», ha declarado uno de los manifestantes, según recoge el diario ‘Estadao’.
Las marchas han transcurrido mayoritariamente de forma pacífica, aunque en Recife se han producido enfrentamientos con la Policía y varias personas han tenido que recibir atención sanitaria.
La convocatoria ha aunado a colectivos LGTBI+, protestas contra la Reforma Administrativa o contra la anunciada privatización de Correios, la empresa postal estatal. (Europa Press)