El que un arquero de fútbol logre anotar un gol de extremo a extremo (de arco a arco) es una rareza en este deporte, que suele ocurrir en escasas ocasiones, por eso, se conceptúa a esta acción como “una hazaña”. En la historia del fútbol profesional boliviano ocurrió en dos ocasiones, y la primera permaneció como inédita durante tres décadas y un año. Fue un 4 de junio de 1986, durante el partido entre Wilstermann y Bamin. La segunda fue en el partido Bolívar- San José, el 1 de mayo de 2017.
El dueño de la primera hazaña es Víctor Aragón Espinoza, arquero chuquisaqueño, que paseó su fútbol por los cuadros profesionales más importantes del país.
Víctor recuerda que el gol “de arco a arco”, que le marcó a su colega Héctor Bertaina; fue una especie de llave para ingresar al profesionalismo, que luego le dio grandes satisfacciones.
“Desde muy niño comencé mi formación deportiva en la escuela de fútbol Mariscal Sucre y también participé en campeonatos intercolegiales de la capital del Estado y la selección juvenil de Sucre, lo que me permitió salir a competir a nivel nacional y jugar profesionalmente en el club The Strongest”, recuerda.
Aragón hizo su debut en el fútbol grande durante el torneo de 1983 con Independiente Petrolero de Sucre, en 1984 pasó a The Strongest alternando con el gran Luis Galarza, en 1986 defendió la valla de Wilstermann y en 1989 volvió al Tigre, donde detentó otro récord, el mantener su arco invicto durante 686 minutos, entonces compartía el puesto con Miguel Ángel Gariazú. En 1993 tuvo un breve paso por Bolívar y en 1995 volvió a Independiente Petrolero. También fue parte de la selección absoluta y de seleccionados juveniles.
“La diferencia del fútbol de antes y el actual es la formación de los jugadores. Es que los tiempos cambian. En el fútbol de antes había muchos que salieron de la Academia Tahuichi Aguilera y Enrique Happ, por ejemplo y destacaron como figuras de jerarquía internacional. También hubo grandes valores que venían de provincias, como es el caso de los hermanos Castillo, que emergieron de Coripata (Nor Yungas de La Paz)”, rememoró. Aragón recuerda con mucho respeto y nostalgia, la figura del fallecido Ramiro Castillo.
“Nuestro fútbol no destaca a nivel internacional porque, lamentablemente existe falta de preparación, este aspecto nadie lo tiene en cuenta”, dice Aragón, quien con su experiencia aseguró que “no se toma en serio al fútbol base o de inferiores”.
“Creo que la mayoría de los clubes o asociaciones no trabajan en el tema de formación, menos con gente capacitada, idónea, que pueda hacer crecer al niño o niña como futbolista y como personas. Creo que en este momento, la diferencia la está sacando Bolívar que está trabajando muy bien y aparte con los campos de entrenamiento adecuados. Está muy por encima de todos los equipos”, agregó.
Relata que en su Chuquisaca natal, el desarrollo del fútbol es muy pobre por falta de competencia sostenida.
“De la Primera B , participan el segundo y el tercero en Copa Bolivia – representando al departamento- , pero me parece que este torneo está muy mal hecho porque juegan prácticamente dos meses y este tiempo es muy breve para poder competir”. “Para evolucionar se necesitan al menos diez meses, ese período sería el ideal”, dice.
Finalmente, Víctor deja volar su imaginación y afirma que si pudiera pedir tres deseos para el fútbol boliviano, estos serían: Primero, que los dirigentes puedan trabajar con gente profesional; segundo, tener competencias nacionales e internacionales más extensas para los jóvenes y niños; tercero, dar condiciones correctas para la formación de los niños del fútbol.
Finalmente, el arquero de los récords asegura que con su experiencia comprobó que “para ser buen futbolista, primero hay que ser buena persona”.
SU FICHA
Víctor Aragón Espinoza nació el 23 de diciembre de 1966 (55 años) en Tomina (Chuquisaca), actualmente trabaja en el fútbol, como entrenador en equipos de Bolivia y Argentina, porque logró profesionalizarse para tal cometido. En el hermano país, colabora con la formación de nuevos valores en el Club Tigres y confiesa que efectúa actualización constante, tomando cursos en el extranjero.
GHILKA SANABRIA