Venezuela se ubica en la cuarta de las diez crisis de desplazados más olvidadas del mundo, según informó ayer el Consejo Noruego para los Refugiados (NRC), que sitúa en esa lista a África y Honduras en el octavo y quinto lugar, respectivamente.
En su clasificación anual de las crisis de desplazados más desatendidas correspondiente a 2020, el NRC colocó en primera posición a la República Democrática del Congo (RDC), que cuenta con «más de cinco millones» de personas desplazadas internamente.
Un millón adicional ha abandonado la RDC y huido a países vecinos, donde viven como refugiados.
Ese país sufre “una de las peores crisis humanitarias del siglo XXI. Una combinación letal de violencia en espiral, niveles récord de hambre y negligencia total ha provocado una megacrisis que justifica una megarespuesta”, afirmó el secretario general del NRC, Jan Egeland.
Un año más, las crisis en África dominan el índice que elabora la organización humanitaria, en la que a la RDC le siguen Camerún, Burundi, Venezuela, Honduras, Nigeria, Burkina Faso, Etiopía, República Centroafricana y Malí.
Camerún, que encabezó la lista en 2018 y 2019, padece, entre otros problemas de violencia, los ataques del grupo yihadista nigeriano Boko Haram en el extremo norte, lo que ha forzado a “más de 300.000 personas a huir de sus hogares”.
Fuera de África sobresale la crisis en Venezuela, que en la clasificación de 2019 ocupaba el quinto puesto y en la de 2020 escala hasta la cuarta posición.
“Los venezolanos continuaron sufriendo bajo la presión de siete años de caída libre económica e hiperinflación, y un impás político en 2019 provocado por el presidente de la Asamblea Nacional liderada por la oposición, que se declaró él mismo jefe de Estado”, indicó la organización humanitaria.
El NRC indicó que más de cinco millones de venezolanos han huido del país debido a “la represión y escasez de alimentos y medicinas desde 2014, convirtiéndola en una de las mayores crisis de desplazamiento en el mundo”.
“Mientras el flujo de personas fuera de Venezuela en 2020 se contuvo por el cierre de fronteras y las restricciones de movimiento debido a la pandemia (de covid-19), las medidas plantearon problemas de protección para refugiados y migrantes en movimiento”, señaló.
En la clasificación entra por primera vez Honduras, “devastada por dos tormentas tropicales en 2020” que se sumaron a “años de inseguridad alimentaria crónica, bandas criminales, violencia de género, cambio climático y desempleo generalizado agravado por las consecuencias económicas de la covid-19”.
El NRC destaca sobre Honduras que “decenas de miles de personas fueron desplazadas por la violencia o perdieron la esperanza de una vida digna en 2020, y se embarcaron en peligrosos viajes en busca de seguridad en México y Estados Unidos”.
Además de los problemas particulares de cada país, advirtió Egeland, “la pandemia de covid-19 ha provocado que millones de personas que ya estaban luchando por sobrevivir en crisis desatendidas se queden aún más rezagadas”. (El Nacional)