Las restricciones se hicieron evidentes desde pasado viernes cuando algunos conductores de gandolas bloquearon una autopista central del país en protesta por la escasez de diésel y las imágenes circularon en redes sociales.
El racionamiento sin precedentes podría crear retrasos en el despacho de productos importados y de la industria, en especial la que procesa alimentos, en una nación sumida en una larga recesión y con hiperinflación, advirtieron fuentes empresariales.
Las primeras fallas en el suministro de diésel comenzaron el año pasado cuando el país empezó a sufrir una escasez generalizada de gasolina y el presidente Nicolás Maduro al importar gasolina desde Irán redujo los fuertes subsidios sobre su precio. El diésel todavía se distribuye a los transportistas de forma gratuita.
La medida dejó atrás décadas de precios congelados que habían convertido a Venezuela en el país con la gasolina más barata del mundo.
"Estamos hablando de una dificultad sin parangón en los últimos tiempos", dijo Jesús Rodríguez, presidente de la cámara de comercio de la ciudad costeña de Puerto Cabello, sede del puerto de contenedores más grande del país frente al Mar Caribe.
PDVSA limitó el suministro de diésel a entre 100 y 200 litros por camión, y muchos conductores tienen que esperar días en filas para poder surtirse, destacó Jonathan Durvelle, presidente de la Cámara Regional de Carga, un gremio que agrupa a transportistas con unidades capaces de almacenar hasta 1.200 litros de diésel.
"Si no tenemos cómo movilizar nuestros vehículos no podemos movilizar los productos", dijo Durvelle, señalando que la mitad del transporte de carga del país funciona con diesel.
Ni PDVSA ni los ministerios de Información y Petróleo respondieron de inmediato a solicitudes de comentarios sobre las denuncias del racionamiento.
La escasez se produce después que el año pasado Estados Unidos prohibiera a las compañías petroleras suministrar diésel a PDVSA a cambio de crudo, como parte de las crecientes sanciones que aplicó la administración del entonces presidente Donald Trump para presionar sin éxito por una salida de Maduro del poder, acusado de hacer fraude para reelegirse en 2018.
Los proveedores de diésel, incluidos Reliance Industries Ltd de la India y grupos de defensa preocupados por el impacto humanitario de la escasez, han instado al nuevo presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a levantar la prohibición que afecta los intercambios de diesel.
Venezuela no ha recibido un cargamento de diésel importado desde que llegó el envío final de Reliance en noviembre, según muestran los datos de Refinitiv Eikon.
Un funcionario de la Casa Blanca dijo a Reuters la semana pasada que la administración "no tenía prisa" por aliviar las sanciones, frente a las pocas concesiones por parte de Maduro, quien culpa a las medidas por la escasez y severa crisis económica.
Estimaciones privadas sitúan el consumo de diésel venezolano entre 35.000 y 49.000 barriles por día (bpd). El diésel también se usa ampliamente en la agricultura, la generación de electricidad y el transporte público. Los agricultores han advertido durante meses que la escasez estaba poniendo en peligro la siembra y la cosecha de cultivos.
El viaje de ida y vuelta de 400 Km. entre Puerto Cabello y la capital Caracas requiere al menos 400 litros de diésel, según José Petit, presidente del grupo industrial Asotracontainer, que representa a los transportistas de Puerto Cabello.
El complejo refinador de PDVSA, que opera a una fracción de su capacidad de 1,3 millones de bpd, tras años de desinversión y falta de mantenimiento, produjo alrededor de 37.000 bpd de diésel en febrero, dijo Antero Alvarado, socio gerente en Venezuela de la consultora Gas Energy Latin America.
A febrero, PDVSA contaba con inventarios de unos 4 millones de barriles de diésel, dijo Alvarado.
Un trabajador del complejo de refinación de Paraguaná de PDVSA, que habló bajo condición de anonimato, dijo que la empresa estaba priorizando la producción de gasolina sobre la producción de diésel. (Reuters)