El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) ha alertado ayer de que Sudán del Sur atraviesa su «peor crisis humanitaria» desde su independencia en 2011, a pocos días de que se cumpla el décimo aniversario de esta fecha histórica, al tiempo que ha destacado que la situación «afecta a la mayoría de los niños del país e impacta sobre sus derechos».
«Mientras Sudán del Sur está celebrando el décimo aniversario de su independencia, la situación general de los niños en el país no ha mejorado realmente durante la última década y siguen teniendo la necesidad urgente de recibir asistencia humanitaria», dijo Mads Oyen, jefe de operaciones del organismo en el país africano.
«La crisis está desencadenada por muchos factores, incluida la continuada violencia y la inseguridad, el impacto del cambio climático y las inundaciones», señaló, en el marco de la publicación del informe “Responde a nuestro llanto” por parte de Unicef, que ha salido a la luz durante la jornada.
Así, resaltó que 8,3 millones de personas, cerca de dos tercios de la población sursudanesa, necesita ayuda humanitaria, antes de detallar que «más de la mitad de los afectados, 4,5 millones, son niños». «Estas cifras nunca han sido tan altas desde que Sudán del Sur obtuvo la independencia».
«Sudán del Sur es una de las peores crisis humanitarias del mundo y la más olvidada», lamentó Oyen, que ha agregado que «con más del 60 por ciento, Sudán del Sur tiene una de las cifras más altas de niños en necesidad de ayuda humanitaria», mientras que «el diez por ciento de los niños no llegan a su quinto cumpleaños».
«El país es una de las mayores crisis humanitarias y de refugiados, con 2,2 millones de refugiados y más de 1,6 millones de desplazados internos», dijo, al tiempo que ha hecho hincapié en que «la crisis humanitaria en Sudán del Sur es una crisis de derechos de los niños».
De esta forma, ha argüido que «dos tercios de los niños de Sudán del Sur son incapaces de obtener sus derechos más básicos, el derecho a la vida, a la educación y a una familia y protección». «Millones de niños en Sudán del Sur ven negado su derecho a ser niños», recalcó.
Oyen reseñó que «se espera que en 2021, 1,4 millones de niños sufran desnutrición aguda en Sudán del Sur», lo que sería la cifra más alta desde el inicio de la guerra civil en 2013 -a la que se puso fin con el acuerdo de paz de 2018-, mientras que «más de 300.000 niños, la cifra más alta en la historia, sufrirán la peor forma de desnutrición y están en riesgo de muerte si no reciben tratamiento».
«Para evitar los anticipados niveles catastróficos de inseguridad alimentaria, reducir los niveles de desnutrición, salvar el mayor número de vidas posible y garantizar que los niños disfruten de sus derechos básicos, Unicef y sus socios han aumentado la respuesta multisectorial desde finales de 2020», ha destacado.
En este sentido, Oyen apuntó a «algunos resultados positivos», como el tratamiento de 90.000 niños que sufrían desnutrición aguda, con una tasa de recuperación del más del 95 por ciento, si bien ha destacado que «la situación humanitaria sigue siendo mala en muchas comunidades del país». (Europa Press)