La directora ejecutiva del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Henrietta Fore, manifestó este miércoles su preocupación ante el «alarmante» aumento de los ataques y secuestros de menores de edad en algunas partes de África occidental y central, lo que hace temer «por la seguridad y el bienestar de los niños de la región».
En este sentido, «no basta con condenar estos delitos, no cuando millones de niños y niñas se enfrentan a una crisis de protección cada vez más grave», ha incidido Fore, para insistir en que «los niños y niñas que viven en estas zonas necesitan una acción conjunta para garantizar que pueden vivir, ir a la escuela o buscar agua de forma segura sin miedo a ser atacados o separados de sus familias».
Según los datos de la ONU sobre menores y conflictos armados, ya en 2020 uno de cada tres niños víctimas de violaciones graves se encontraba en África occidental y central.
En Burkina Faso, los ataques y violaciones del derecho internacional humanitario han aumentado «considerablemente» en las últimas semanas, registrando el pasado 5 de junio el ataque «más mortífero» desde el estallido de violencia de 2015, cuando al menos 130 civiles murieron en un ataque contra un pueblo de la provincia de Yagha que duró varias horas.
En lo que va de mes han sido asesinados 178 civiles, incluidos niños, mientras que más de 1,2 millones de personas, el 61 por ciento de ellos niños, son desplazados a causa de la violencia, una cifra que ha aumentado diez veces solo en los últimos tres años.
Mientras que en Camerún los ataques a civiles, los secuestros y los asesinatos de estudiantes y profesores se están incrementando en el noroeste y suroeste. Unicef calcula que un millón de niños en Camerún necesitan protección contra la violencia, a lo que se suman las amenazas a los trabajadores humanitarios, después de que el pasado mes de marzo se produjera el primer ataque contra un convoy humanitario de la ONU.
También en República Centroafricana se ha notificado «un aumento desmesurado de las violaciones de los derechos de la infancia» en los tres primeros meses de 2021, en un contexto de creciente inseguridad y tensión relacionado con las elecciones generales de 2020.
En este sentido, la agencia de Naciones Unidas ha criticado que los casos registrados de violencia sexual contra las niñas se multiplicaron casi por cinco entre el último trimestre de 2020 y el primero de 2021, de 10 a 49, y el de número de niños asesinados o mutilados también fue siete veces mayor a principios de 2021 que a finales de 2020. Además, los ataques y ocupaciones de escuelas y hospitales aumentaron de 30 a 44 en el mismo periodo.
En Níger también se producen ataques contra niños, familias y escuelas, y hasta el 80 por ciento de los niños que viven en las zonas más afectadas por la violencia necesitan apoyo psicosocial debido al sufrimiento que experimentan. En lo que va de año, los grupos armados han matado a casi 300 personas, entre ellas 45 niños.
Mientras que, en Nigeria, la ONU calcula que al menos 950 estudiantes han sido secuestrados en sus escuelas por grupos armados desde diciembre, y, solo en las últimas seis semanas, casi 500 niños han sido secuestrados en el centro y noroeste.
Por último, en República Democrática del Congo (RDC), solo en el primer trimestre de 2021, se han verificado más de 3.400 violaciones contra menores, como reclutamientos por parte de grupos armados, secuestros y asesinatos, lo que representa el 64 por ciento del número total de violaciones registradas en todo el año 2020.
«Hay que hacer todo lo posible para revertir la creciente crisis de protección de los niños y las niñas, ya que la región está al borde de una catástrofe», ha ultimado Fore, apelando a la comunidad internacional, que tiene «un papel importante que cumplir», a quien ha pedido aumentar sus contribuciones. (Europa Press)