Los tres líderes tuvieron ya ocasión de verse en persona el fin de semana durante la reunión del G7 en Reino Unido, en donde Biden ya tuvo un gesto de apoyo a la UE cuando pidió al ‘premier’ británico, Boris Johnson, no poner en peligro la parte del acuerdo del Brexit que protege los acuerdos de paz en Irlanda del Norte.
Es la primera cumbre de este nivel entre la UE y Estados Unidos desde hace siete años y del lado europeo celebran especialmente el cambio de tono en sus contactos con Washington y que «la diplomacia esté de vuelta», según fuentes diplomáticas, que adelantan el lanzamiento de un marco de «diálogo de alto nivel» sobre Rusia.
El papel «desestabilizador» de Moscú preocupa a ambas partes y en este contexto se entiende que «la unidad transatlántica es esencial para maximizar la presión» sobre el Kremlin.
Biden también buscará la sintonía con el bloque comunitario para hacer frente al cada vez mayor peso geopolítico y económico de China, unas reservas que comparten en la UE aunque advierten de que el gigante asiático es también un aliado necesario en capítulos globales clave como el cambio climático o la OMC.
La gestión de la pandemia es otra de las claves del encuentro de este martes, con la voluntad expresada por ambos de contribuir a que lleguen vacunas a los países más pobres, aunque difieren en el modo de hacerlo.
Mientras Biden apoya la petición de India y Sudáfrica para que se liberalicen las patentes de las vacunas desarrolladas hasta ahora, la UE observa con recelo esta opción, llama a medidas intermedias como las licencias voluntarias u obligatorias y reprocha a Estados Unidos que ponga obstáculos a las exportaciones de sueros y sus componentes.
La cuestión comercial es otro de los capítulos que la UE y Estados Unidos abordarán con un marcado giro respecto a las tensiones de la era Trump y con el objetivo común de poner fin antes de que acabe el año a la larga disputa por los respectivos subsidios a Airbus y Boeing y la ‘guerra de aranceles’ consecuencia de este pulso. (Europa Press)