La Defensoría del Pueblo de Colombia alertó este miércoles de que unas 190.000 personas de varios municipios situados en el noreste están en peligro por la cada vez mayor presencia de grupos armados irregulares, como el Clan del Golfo y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), quienes se disputan el mercado del narcotráfico y del oro extraído ilegalmente.
Según su último informe, seis municipios -El Banco, Guamal y San Sebastián de Buenavista, en el departamento de Magdalena; y Tamalameque, Chimichagua y Astrea, en el de Cesar- resultan para estos grupos armados escenarios estratégicos para el tráfico de cocaína y de oro, extraído ilegalmente en las cuencas mineras de estos y otros departamentos cercanos, hasta el Caribe y desde ahí poner rumbo a los mercados internacionales.
El organismo ha explicado que la «compleja» orografía de estas regiones «es ideal para el transporte clandestino de mercancías ilegales». Además, señala, «por su cercanía a la frontera venezolana también hay presencia de economías ilegales asociadas al contrabando de gasolina, armas y tráfico y trata de personas».
«En estos sectores se encuentra una arquitectura altamente sofisticada dedicada al narcotráfico y al lavado de activos, y dispositivos de coerción responsables de garantizar entornos para el narcotráfico», debido a la presencia de «una amplia y dispersa red de bandas criminales», señala el escrito.
La Defensoría detalla que la presencia del Clan de Golfo se da principalmente en los ya citados municipios del departamento de Magdalena, aunque en las regiones de Cesar actúa también la organización narcoparamilitar de ‘Los Rastrojos’, quienes estarían llevando a cabo el reclutamiento de «hombres con experiencia militar» para combatir en la frontera de Norte de Santander con Venezuela.
El informe considera que la presencia de el clan del Golfo en la región, que no supera los diez años, es «imperceptible» y «sofisticada, ya que «resulta mucho más útil mantener niveles bajos de violencia pues la comisión de homicidios llama la atención de las autoridades».
A su vez, se ha servido de las pequeñas bandas criminales ya presentes para llevar a cabo sus objetivos.
«Si bien no se ha presentado la incursión de ningún otro grupo armado ilegal adversario con la intención de disputarlo», el Clan del Golfo mantiene algunas «disputas» en la región del Caribe con organizaciones paramilitares como las Autodefensas Conquistadoras de Sierra Nevada y “Los Caparros”.
En cuanto al ELN, que se mueve principalmente por los municipios de Cesar, la Defensoría explica que esta guerrilla no ha tenido nunca «histórica presencia» en la zona y ni siquiera ha mostrado «indicios de disputar el territorio» al Clan del Golfo, o Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), tal y como se hacen llamar.
Sin embargo, «se ha reportado la presencia esporádica de grupos pequeños de guerrilleros, además de la circulación de panfletos y la aparición de banderas alusivas al grupo, que bien pueden corresponder a acciones camufladas de otro grupo armado ilegal o a su presencia en tránsito por la zona».
Pese a que estos grupos estarían actuando al margen de la ley mostrando un perfil bajo, la Defensoría, ha advertido de que existe un «alto riesgo» de delitos tales, como homicidios, restricciones a la movilidad, amenazas, desplazamientos y reclutamientos forzados, utilización de menores, tráfico de personas, y violencia sexual.
Por ello, la Defensoría pide al Gobierno y al resto de autoridades locales que pongan en funcionamiento los protocolos nacionales previstos para evitar este tipo de violencias, las cuales, apuntan, repercuten en mayor medida en mujeres y niños. (Europa Press)