Tras haber obtenido en un primer momento el visado para ingresar en Australia, gracias a un certificado que acreditaba que el tenista serbio había contraído el covid un mes antes del torneo, Djokovic, que no se ha vacunado contra el coronavirus, fue expulsado por el gobierno Australiano antes del inicio de la competición por suponer un «riesgo sanitario».
Según el test presentado por el 9 veces campeón en Australia a las autoridades australianas, Djokovic dio positivo al covid-19 el 16 de diciembre. Un segundo PCR, del 22 de diciembre, resultó negativo.
Pero la validez de estas pruebas se puso en entredicho después de que algunos medios, como la BBC, revelasen que el número de serie del test realizado el 22 de diciembre era inferior al del 16, cuando al ser en una fecha posterior debería ser más alto.
«El análisis de la base de datos numérica ha concluído (…) que Novak Djokovic se sometió a varios test y que los certificados de estos test del 16 de diciembre y del 22 de diciembre eran válidos», aseguró la Fiscalía en un comunicado, precisando que la investigación corrió a cargo del ministerio de Salud.
Pese a resultar positivo el 16 de diciembre, Djokovic participó al día siguiente en un acto con jóvenes tenistas en Belgrado e incluso dio una entrevista al diario francés L’Equipe el 18.
Djokovic aseguró que recibió la notificación de su positivo tras ese acto del día 17 y que su entrevista fue «un error de juicio».
El Abierto de Australia fue finalmente ganado por el español Rafael Nadal, logrando su 21º Grand Slam, un hito histórico al que también aspiraba Djokovic, que suma 20, los mismos que el suizo Roger Federer.
Desde que tuvo que regresar a su país el 17 de enero, Djokovic apenas ha aparecido en público y no ha realizado declaraciones.
El jueves tiene previsto reunirse con el presidente serbio Aleksandar Vucic y dirigirse brevemente a la prensa.