En el séptimo mes del año, la Dirección de Migración y Extranjería costarricense recibió 5.379 peticiones de refugio por parte de ciudadanos de Nicaragua, un 23% más que en junio y un 262% más que en mayo, cuando se admitieron 1.485 solicitudes, según cifras oficiales solicitadas por Reuters.
En lo que va de 2021, Costa Rica había recibido 17.000 solicitudes de refugio de nicaragüenses.
En junio, Ortega emprendió una arremetida contra docenas de opositores a su administración, incluyendo varios precandidatos para las presidenciales del 7 de noviembre, cuando el gobernante izquierdista buscará un cuarto mandato consecutivo.
A diferencia de sus vecinos, los nicaragüenses suelen migrar hacia Costa Rica. De hecho, representan la gran mayoría de la población extranjera en el país. Sin embargo, las cifras de pedidos de refugio de julio no se habían visto desde el mismo mes de 2018, cuando 5.250 nicaragüenses pidieron refugio tras huir de la represión que dejó más de 300 muertos en casa.
«Estamos asombrados de la cantidad de gente que ha ingresado, la mayoría de ellos activistas o gente de organizaciones de sociedad civil después de ver los encarcelamientos de altos dirigentes», dijo a Reuters el martes Claudia Vargas, refugiada y coordinadora de la comunidad nicaragüense en la Fundación Arias, en San José.
Vargas detalló que, por temor a ser capturados por militares en su país, la mayoría de compatriotas suyos entran a Costa Rica por puntos informales a lo largo de los 300 kilómetros de frontera común. Así lo hizo, en junio, el periodista Carlos Fernando Chamorro, en su segundo exilio desde 2018.
Ortega acusa a sus críticos de conspirar contra su país, a pesar de la fuerte presión internacional por señalamientos de violaciones a los derechos humanos. (Reuters)