“Las finanzas de los clubes no permiten seguir esperando una solución, pero creo que ganamos todos al mismo tiempo, porque tendremos el 2023 un torneo con mejor planificación”, declaró Fernando Costa, titular de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), tras tres horas de reunión.
Finalizado el torneo de esta manera, Costa indicó que no habrá un campeón proclamado, los siete restantes premios internacional saldrán de la tabla acumulativa del Apertura-Clausura. Sin embargo, resta conocer la opinión de la CONMEBOL que, en una carta, hace dos semanas, conminó a jugar las restantes seis fechas; caso contrario, amenazó con sanciones.
“Vamos a exponer todos los antecedentes que nos han llevado a tomar esta determinación que ha sido difícil para el sistema del fútbol boliviano, pero las circunstancias nos han obligado”, dijo Costa, que tendrá un contacto telefónico con Alejandro Domínguez, mandamás de la Confederación, y de ser necesario viajará a Asunción.
En la reunión, celebrada la tarde de este jueves en La Paz, los clubes complementaron en el artículo 34 del Reglamento de Campeonato que “el último en la tabla acumulada juegue el indirecto para definir si existe ese descenso o se mantiene en la División Profesional”, agregó Costa, apuntando a Universitario de Sucre como el involucrado.
Sin un descenso directo de categoría y manteniendo los premios para el campeón y subcampeón de la Copa Simón Bolívar, habrá 17 clubes en la temporada 2023 en el profesionalismo.
“Hay un acuerdo de que en 2023 descenderán dos clubes de manera directa y uno indirecto. Esto con el propósito de que nuevamente contar con 16 clubes, que es el número armónico”, explicó el titular federativo.