La Policía se ha desplegado en los puntos más concurridos de las barricadas, levantadas con sacos de arena, donde ha lanzado gases lacrimógenos y balas de goma contra los concentrados, según los testigos.
“Para estar a salvo mientras protestamos, hemos levantado unas barricadas grandes y pesadas en esta carretera, en defensa propia”, ha explicado uno de los manifestantes, Ko Ko Win, desde una vía de circulación en el sur de Okkalapa, Rangún
Otro de los manifestates, Myat Khine, ha explicado que una de las barricadas, en Okkalapa del Norte, ha bloqueado seis carriles de una autopista, ahora obstruidos por sacos de arena y ladrillos.
“Antes de que las fuerzas de seguridad nos ataquen, debemos correr a un lugar seguro”, ha explicado el residente de una población donde 18 jóvenes murieron por los disparos de las fuerzas de seguridad a principios de esta semana.
Birmania ha cumplido más de un mes de manifestaciones desde el 1 de febrero, cuando el Ejército de Myanmar dio un golpe de Estado y encarceló a la líder de facto del país, Aung San Suu Kyi.
La enviada especial de la ONU, Christine Schraner Burgener, informó de 38 muertos el miércoles pasado, en el día más sangriento desde el golpe. No obstante, los manifestantes han pedido que sigan las concentraciones, como está ocurriendo desde el día de ayer.
“No podemos perder el impulso de la revolución”, escribió en Facebook uno de los cabecillas de las protestas, Ei Thinzar Maung. “Aquellos que se atrevan a luchar tendrán una victoria, y nos la merecemos”, ha asegurado. (DPA/EP)