«No tenemos otra salida, lamentablemente, a nivel institucional se ha bloqueado el sistema Comet de la División No Aficionados. No tenemos acceso para habilitar a jugadores», declaró Aranibar en compañía de Daniel Guevara, integrantes del Tribunal que continúa en funciones hasta la realización de las elecciones a presidente.
El calvario del club santo prosigue luego de su descenso de la categoría profesional; las deudas económicas están detrás. La Federación Boliviana de Fútbol (FBF) informó al club que tiene prohibido realizar registro de nuevos jugadores, una sanción que viene desde la FIFA por el incumplimiento en el pago de las deudas con futbolistas que pasaron por la institución.
«Vamos a asumir en consulta con la asamblea y vamos a hacer la solicitud de licencia a la AFO, porque estamos mermados de jugadores», explicó Aranibar. Durante la temporada 2021, los santos sufrieron la quita de 12 puntos por las deudas, esa carga les dejó en desventaja sobre los demás planteles hasta generar su descenso deportivo. Este año la figura parece repetirse.
La afición sanjosecista asumió la pérdida de su plaza en la principal categoría, mirando con esperanza la participación en la Copa Bolivia, que involucra a equipos de las asociaciones y profesionales, pero la falta de recursos económicos es una piedra en el camino.
De acuerdo con el reglamento y convocatoria de la Copa Bolivia, la habilitación de jugadores tiene un costo de cinco mil dólares y la contratación de jugadores entre otros gastos eleva la suma a diez mil dólares de entrada, cantidad que está lejos de los bolsillos de San José.
«Los que estén dentro de este proyecto de refundación deben tomar esto en cuenta. Aquí se trata de obrar con responsabilidad y pisar tierra», agregó Aranibar en conferencia de prensa.
Además de asumir defensa frente a las demandas interpuestas en el Tribunal de Resolución de Disputas (TRD) y en los tribunales de la FIFA, el club orureño tiene pendientes con el Servicio Nacional de Impuestos y con el Municipio de Oruro con una deuda que alcanza a los diez millones de bolivianos. (APG)