¿Y si los robots pudieran poner fin a las polémicas? Entre escándalos y sospechas, la inteligencia artificial avanza en algunos deportes como forma de ayudar a los jueces, como por ejemplo en la gimnasia o el patinaje.
¿Esos ‘jueces tecnológicos’ se ganarán su lugar junto a los humanos al borde de las pistas de patinaje o de los tapices de ejercicios?
La reflexión está ya avanzada en la gimnasia, cuenta Nicolas Tordi, juez y experto científico de la Federación Francesa de ese deporte. La Federación Internacional de Gimnasia (FIG) “trabaja con Fujitsu” sobre esta cuestión, explica.
El sistema, mediante cámaras 3D, consiste en reconocer los saltos o gestos técnicos propios de la gimnasia, donde la nota se compone teniendo en cuenta las dificultades y la ejecución.
“El sistema reconoce la figura y detecta por ejemplo si es un triple salto mortal hacia atrás”, pero “por contra si las puntas del pie están dobladas en el triple hacia atrás, Fujitsu no lo sabe (…) pero eso llegará”, explica Nicolas Tordi.
En los deportes donde se decide mediante jueces, la sombra de la duda genera a menudo problemas.
En los Juegos Olímpicos del año pasado en Tokio, el campeón Nikita Nagornyy, celebrando la medalla de oro rusa por equipos, hizo unas declaraciones en ese sentido: “Estaba preocupado por si los jueces podían dar la medalla al país anfitrión”. La idea es suministrar “una asistencia más justa y más precisa” teniendo en cuenta que “la evaluación se hace cada vez más sofisticada y difícil”, explica la empresa Fujitsu.
Este sistema se probó ya en el Mundial de gimnasia en 2019 y en el que tuvo lugar avanzado 2021 en Japón, después de los Juegos Olímpicos de Tokio. En esas competiciones, donde pudo servir eventualmente de auxilio a los jueces de carne y hueso, el sistema alimentó su base de datos.
“El tren está en marcha” y “hay un mercado” con salidas más allá del sector deportivo, señala Nicolas Tordi.
“Después, no se podrá imaginar hacer un entrenamiento sin ello. Es el sistema con el que te van a evaluar”, indica.
Ello puede constituir un obstáculo financiero, subrayado también por Anthony Leroy, juez y árbitro internacional de patinaje, que vive en Pekín sus terceros Juegos Olímpicos.
Actualmente, únicamente el vídeo puede servir de asistencia a los jueces de patinaje. En esa disciplina, el sistema de valoración cambió en 2005, tras el escándalo de los Juegos de Salt Lake City en 2002, donde una jueza francesa fue suspendida.
“Hay experimentos y proyectos en gestación, pero nunca se ha hecho en competición hasta el momento”, explica Anthony Leroy. “Si se sustituyera completamente la parte humana por una tecnología, faltarían los matices”, estima.
AGENCIAS