Dos personas han muerto por impactos de bala en el estado de Shan, en el este del país, y una más en el estado de Kachin, en el norte del país. Otras dos personas han muerto en la cercana región de Sagaing. Además, hay una veintena de heridos, algunos de ellos graves.
Las protestas se han producido en lugares como Rangún, la ciudad más importante del país, a pesar de la intervención de la Policía. Miles de personas han vuelto a salir a la calle para exigir la liberación de los políticos, activistas y líderes detenidos tras el golpe de Estado.
La junta militar insiste en que las medidas tomadas tras el golpe tienen como objetivo proteger la democracia y han insistido en que se produjo un fraude electoral en noviembre. Sin embargo, dirigentes políticos clave siguen encarcelados y sin juicio y los muertos por la represión superan ya los 700.
Además, la Asociación de Asistencia a Presos Políticos de Birmania (AAPP, por sus siglas en inglés) estima que 759 personas han muerto por el momento y más de 4.500 han sido detenidas en las protestas tras el golpe de Estado.
La ONU ha advertido de que unos 3,4 millones de personas corren el riesgo de caer en la hambruna y 10.000 han tenido que huir del país a causa de la violencia, mientras que son unas 20.000 personas las desplazadas internas. (Europa Press)