Buenos Aires.- Los barcos que zarpan del polo agroportuario argentino de Rosario están teniendo que dejar las terminales con un 25% menos de carga que la habitual debido a una histórica baja del río Paraná, que no se espera que mejore en los próximos meses, dijo ayer la Cámara de Puertos Privados y Comerciales (CAPyM).
El Paraná es la vía fluvial por la que sale al mundo el 80% de las exportaciones de granos y productos agroindustriales de Argentina, un proveedor mundial clave de alimentos.
Sin embargo, debido a una prolongada escasez de agua en la cuenca del Paraná, en el sur de Brasil, el río actualmente se encuentra en su nivel más bajo de los últimos 77 años.
«Actualmente los barcos están cargando cerca de un 25% menos de lo que suelen embarcar, cuando el río está en niveles normales», dijo a Reuters Guillermo Wade, gerente de CAPyM.
«Si la situación no mejora, y nada sugiere que vaya a hacerlo, estaremos perdiendo el 40% de lo que los barcos habitualmente cargan cuando los niveles de agua son normales», agregó.
Argentina es el principal exportador mundial de aceite y harina de soja, el tercero de maíz y un proveedor global clave de trigo. Las dificultades generadas por la severa baja del nivel fluvial se produce en momentos en que los agricultores del país terminaron hace poco la cosecha de la soja y continúan recolectando maíz.
El lunes el Gobierno argentino pidió la población que vive en ciudades sobre el margen del Paraná a limitar su consumo de agua para aliviar la presión sobre el río. Las divisas generadas por las exportaciones del agro argentino son clave para la golpeada economía del país, que hace años arroja estanflación.
«Esperamos que las condiciones más secas que las habituales continúen por tres meses más en el sur de Brasil. Esto sugeriría que el nivel del río permanecerá bajo o podría caer aun más en los próximos meses», dijo Isaac Hankes, un analista climático de Refinitiv, la operación financiera de Thomson Reuters.
Según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, la cosecha de trigo del ciclo 2021/22 sería de 19 millones de toneladas, con un saldo exportable de 12 millones de toneladas.
La recolección del cereal se produce mayormente entre diciembre y enero, dejando un interrogante respecto de si el Paraná estará en condiciones de sostener los volúmenes comerciales.
Un comunicado del Servicio Meteorológico Nacional argentino (SMN) describió a los efectos de la crisis como «múltiples, extendidos y costosos», y explicó que la causa del bajo nivel de río es una prolongada sequía en la parte superior de la cuenca del Paraná, en el sur de Brasil.
«Estamos sufriendo los efectos de una sequía que empezó en junio de 2019. Es un ciclo que no terminó todavía y no se tiene claro cuándo va a terminar», dijo Juan Borús, un hidrólogo del Instituto Nacional de Agua, de acuerdo al comunicado del SMN. (Reuters)