Red Bull ha presentado el nuevo RB18, el coche con el que defenderá la corona de Max Verstappen conseguida el año pasado en Abu Dabi. Junto al holandés, Checo Pérez estará por segundo año en las filas de la escudería de Milton Keynes, tras su aportación decisiva luchando contra Lewis Hamilton en muchas de las carreras de 2021, con actuaciones clave que contribuyeron al éxito del holandés.
Había mucha expectación por ver la interpretación que ha hecho el equipo de diseño comandado por Adrian Newey, el gran gurú de la aerodinámica en la F1, y el monoplaza no defrauda en absoluto. A primera vista destaca por sus amplios y longilíneos pontones, muy diferentes a los vistos en el Haas VF-22. En lugar de recogerse de forma abrupta después de los radiadores, se ha optado por un diseño que se prolonga de forma suave hacia la zaga, lo que en principio supone que el canal que hay bajo el suelo (las nuevas cajas de efecto suelo) también hacen lo propio, tratando de maximizar la influencia de ese punto que es la clave del reglamento de 2022.
Los pontones son lineales, en una de orientaciones con la que se ha especulado en las últimas semanas. Es una ruptura total con los últimos años para Red Bull. En realidad, es muy parecido al modelo concepto de la FIA en muchos aspectos, lo que ha hecho sospechar a algunos medios de que se trata del verdadero RB18 o de un ‘fake’ para presentar el nuevo patrocinio de Oracle. Aunque Honda en principio anunció su marcha a final de 2021 y se dijo que la nueva planta de Red Bull Powertrains se encargaría de la fabricación de los nuevos propulsores, a finales de enero hubo un cambio de planes, por el que los motores seguirán siendo construidos en Sakura (Japón) hasta 2025, en un nuevo acuerdo de desarrollo que incluye la adaptación al nuevo 10% de biocombustible (E10). Esto que garantiza Red Bull seguirá contando con uno de las mejores unidades de potencia de la parrilla, capaz como ha sido de desbancar al invencible Mercedes Híbrido desde 2014.
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