La batalla por la victoria final del Dakar 2022 llega encendida a las dos últimas jornadas. Pero los resultados de la 10ª etapa de este miércoles han dado lugar a la penúltima controversia de una edición que desde el primer día ha caldeado el ambiente.
Joan Barreda y Pablo Quintanilla, pilotos de Honda, acabaron tercero y 10º la especial de este miércoles, de 375 km cronometrados. Pero ambos pilotos fueron sancionados después de cruzar la línea de meta y poner rumbo al vivac de Bisha con cuatro y dos minutos, respectivamente, por no haber respetado los límites de velocidad.
Según ha podido saber Motorsport.com, las infracciones de velocidad se produjeron en una zona neutralizada, o transfer, que en esta 10ª etapa del rally se encontraba entre el kilómetro 258 y el 287 de la especial. Los pilotos tenían indicado en el roadbook con un color diferente al resto de viñetas la entrada en esta zona controlada de 29 kilómetros, para los que todos ellos tenían 45 minutos. Es decir, una vez picasen tiempo en el punto de control, podrían salir del transfer 45 minutos después.
La infracción, según la organización del rally, se produjo precisamente en este punto, que contaba con controles de velocidad a 90 km/h, 30 km/h y 50 km/h debido a que era una pista muy transitada por la población local.
El reglamento del Mundial de rally raid de la FIM estableceen su artículo 80.16 que «una infracción de velocidad se produce cuando la velocidad máxima se supera una o varias veces en la misma Zona de Control de Velocidad». A la hora de penalizar estos límites, la FIM utiliza una fórmula algo compleja, que básicamente se resume en que el radar controla la velocidad cada 150 metros o 10 segundos, por lo que si el competidor supera en 20 km/h el límite en ese rango, se le impondrá un minuto; si lo supera de 21 a 40 km/h, se le impondrán 2 y si lo supera en más de 40, se le impondrán 6.
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