Los casi 3.000 atletas y más de 60.000 voluntarios, personal de apoyo, periodistas y otros permanecen en una extensa burbuja donde deben hacer pruebas todos los días y usar mascarilla todo el tiempo.
Aun así, existían temores de que el coronavirus impactara fuertemente los Juegos, especialmente con la contagiosa variante ómicron.
Se han detectado 435 casos en la burbuja desde el 24 de enero, cuando se comenzaron a divulgar cifras oficiales, incluyendo un número no revelado de atletas.
Pero el número de pruebas positivas ha decaído al acercarse el cierre del evento el domingo, sin un solo contagio detectado el miércoles.