El cese de los funcionarios, tras una votación sin precedentes del congreso el sábado por la noche, ha sido duramente criticada por opositores y críticos internacionales que ven en él un intento del mandatario de tomar el control de los órganos del Estado.
Blinken expresó la "grave preocupación del gobierno de Estados Unidos por el voto de la asamblea legislativa para destituir a los magistrados", así como la destitución del fiscal general, Raúl Melara, "quien está luchando contra la corrupción y la impunidad y es un socio eficaz en los esfuerzos para combatir el crimen tanto en Estados Unidos y El Salvador", dijo el portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Ned Price, en un comunicado.
Los propios magistrados declararon inconstitucional el acto y divulgaron su fallo en las redes sociales para hacerlo oficial.
La destitución de los jueces fue promovida con el argumento de que con sus resoluciones obstaculizaron los planes del Gobierno para contener la epidemia de Covid-19. Bukele celebró la decisión, escribiendo en Twitter: "¡DESTITUIDOS!".
La remoción se produjo el primer día de funciones de la asamblea legislativa, después de que las elecciones intermedias de febrero le dieran al partido del presidente una mayoría de más de dos tercios en la legislatura unicameral.
Los legisladores eligieron a los nuevos cinco magistrados de la Sala de lo Constitucional y al nuevo fiscal, quienes custodiados por agentes policiales ingresaron a las instalaciones de la Corte Suprema de Justicia y al edificio del ministerio público, respectivamente.
La Organización de los Estados Americanos también cuestionó la decisión haciendo énfasis en la importancia de la separación e independencia de los poderes. "Cuando las mayorías imponen una visión única y uniformizada para el resto del sistema político, están socavando estos principios", dijo. (Reuters)