Con esta cifra, Portugal ha contabilizado ya 517.806 personas contagiadas de la Covid-19 desde que comenzó la pandemia, mientras que las víctimas mortales debido a la enfermedad son 8.384, 148 de ellas registradas en las últimas 24 horas.
El número de fallecidos confirmados ayer es ligeramente inferior a los del pasado miércoles, 155, la cifra máxima de muertos registrados en un día en toda la pandemia.
Las regiones de Lisboa y Valle del Tajo encabezan el ránking de mayor número de contagios y muertes, 4.071 y 71, respectivamente, según los datos recogidos por el diario portugués “Publico”.
Asimismo, la Dirección General de Salud (DGS) ha detallado que 128 personas más han requerido hospitalización durante la jornada, lo que ha elevado el total de personas ingresadas hasta las 4.368.
De estos, 611 están en unidades de cuidados intensivos, 15 más que el miércoles. Esta también es la primera vez que los pacientes ingresados en UCI superan los 600 desde que comenzó la pandemia.
El primer ministro luso, António Costa, anunció el miércoles la imposición de un nuevo confinamiento, que entrará en vigor a las 0.00 horas de este viernes y se mantendrá, al menos, durante 15 días. Costa advirtió de que Portugal está viviendo el momento "más peligroso, pero también el más esperanzador" en el contexto de la pandemia.
La única diferencia entre este confinamiento y el de marzo la constituyen los centros educativos, que permanecerán abiertos. Bajo el nuevo confinamiento, los portugueses tendrán que teletrabajar siempre que sea posible y bares, restaurantes y cafeterías podrán abrir únicamente para proporcionar productos para llevar.
Además, los establecimientos como peluquerías volverán a cerrarse, así como las salas de conciertos. Por su parte, los supermercados y tiendas de abastecimiento sí podrán operar, aunque con una capacidad máxima de cinco personas por cada 100 metros cuadrados. (Europa Press)