En un discurso, Bolsonaro se comprometió, sin embargo, a no interferir en Petrobras, como se conoce comúnmente a la empresa.
Brasil tiene una larga historia de gobiernos que intervinieron en los precios de los combustibles, generando enormes costos para los contribuyentes.
Bolsonaro fue elegido con promesas de libre mercado, pero avivó los temores de intervención después de que en febrero dijo que reemplazaría al director general de Petrobras tras las quejas de los camioneros por los altos precios del combustible.
La declaración de Bolsonaro es consistente con comentarios de los últimos meses. El nuevo presidente de Petrobras ha dicho que espera que la política de precios de los combustibles de la compañía cambie. (Reuters)