"Las vacunas nos ayudarán a poner fin a la pandemia de COVID-19, pero solo si aseguramos un acceso justo para todos los países y construimos sistemas sólidos para administrarlas. Si queremos evitar múltiples brotes de enfermedades potencialmente mortales como el sarampión, la fiebre amarilla y la difteria, debemos asegurarnos de que los servicios de vacunación de rutina estén protegidos en todos los países del mundo", dijo el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Y es que, según una encuesta realizada por el organismo de Naciones Unidas, a pesar de los más de un tercio de los países encuestados (37%) todavía informan haber experimentado interrupciones en sus servicios de inmunización de rutina por el coronavirus, al igual que las campañas masivas de vacunación.
En concreto, 60 de estas campañas de inmunización están pospuestas actualmente en 50 países, lo que pone a unos 228 millones de personas, en su mayoría niños, en riesgo de contraer enfermedades como el sarampión, la fiebre amarilla y la poliomielitis.
Además, más de la mitad de los 50 países afectados se encuentran en África, lo que pone de relieve las "desigualdades prolongadas" en el acceso de las personas a los servicios críticos de inmunización.
De hecho, las campañas para inmunizar contra el sarampión, que es una de las enfermedades más contagiosas y que puede provocar grandes brotes donde las personas no están vacunadas, son las más afectadas, dado que se han pospuesto 23 en todo el mundo, lo que afecta a unos 140 millones de personas.
"Incluso antes de la pandemia, había señales preocupantes de que estábamos empezando a perder terreno en la lucha contra las enfermedades infantiles prevenibles, con 20 millones de niños que ya no recibían vacunas fundamentales. La pandemia ha empeorado la situación y ha provocado que millones de niños más no estén vacunados. Ahora que las vacunas están a la vanguardia de la mente de todos, debemos mantener esta energía para ayudar a todos los niños a ponerse al día con sus vacunas contra el sarampión, la poliomielitis y otras. No tenemos tiempo que perder. El terreno perdido significa la pérdida de vidas", enfatizó la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore.
Como resultado de las brechas en la cobertura de vacunación, recientemente se han reportado brotes graves de sarampión en países como la República Democrática del Congo, Pakistán y Yemen, mientras que es probable que ocurran en otros lugares a medida que un número creciente de niños se quedan sin vacunas que salvan vidas, advierten las agencias. Estos brotes están ocurriendo en lugares que ya están lidiando con situaciones de conflicto, así como con interrupciones del servicio debido a las medidas de respuesta en curso al Covid-19.
Por otra parte, y debido a las interrupciones al inicio de la pandemia Covid-19, Unicef entregó 2.010 millones de dosis de vacunas en 2020, en comparación con 2.290 millones en 2019. "Es probable que millones de niños en todo el mundo se pierdan las vacunas básicas ya que la pandemia actual amenaza con deshacer dos décadas de progreso en la inmunización de rutina", ha detallado el director ejecutivo de Gavi, el doctor Berkley.
A su juicio, para apoyar la recuperación del Covid-19 y luchar contra futuras pandemias, hay que asegurarse de que se dé prioridad a la inmunización de rutina, ya que también las organizaciones se enfocan en llegar a los niños que no reciben ninguna vacuna de rutina o a los niños de dosis cero.
"Para hacer esto, debemos trabajar juntos, a través de las agencias de desarrollo, los gobiernos y la sociedad civil, para asegurar que ningún niño se quede atrás", añadió.
AGENDA DE INMUNIZACIÓN
Para ayudar a abordar estos desafíos y apoyar la recuperación de la pandemia de Covid-19, OMS, Unicef, Gavi y otros socios han lanzado la 'Agenda de Inmunización 2030' (IA2030), una nueva y ambiciosa estrategia global para maximizar el impacto de las vacunas para salvar vidas a través de sistemas de inmunización más fuertes.
La agenda se centra en la vacunación durante toda la vida, desde la infancia hasta la adolescencia y la vejez. Si se aplica en su totalidad, evitará un estimado de 50 millones de muertes, según la OMS, el 75 por ciento de ellas en países de ingresos bajos y medianos bajos.
Los objetivos que deben alcanzarse para 2030 pasan por lograr una cobertura del 90 por ciento de las vacunas esenciales administradas en la infancia y la adolescencia; reducir a la mitad el número de niños que no reciben vacunas por completo; y completar 500 introducciones nacionales o subnacionales de vacunas nuevas o infrautilizadas, como las del Covid-19, el rotavirus o el virus del papiloma humano (VPH).
Ante esto, las organizaciones han pedido a los países comprometerse en la aplicación de esta agencia, así como invertir en sistemas de inmunización más sólidos, con enfoques personalizados para países frágiles y afectados por conflictos.
"La inmunización es un elemento vital de un sistema de atención de la salud eficaz, fundamental para la preparación y respuesta ante una pandemia, y clave para prevenir la carga de múltiples epidemias a medida que las sociedades se reabren", recordaron.
Del mismo modo, subrayan la necesidad de que los países desarrollen e implementen planes nacionales de inmunización ambiciosos que se alineen con el marco IA2030, y aumenten las inversiones para que los servicios de inmunización sean accesibles para todos, así como en investigación e innovación, desarrollo y entrega de vacunas, centradas en las necesidades de las poblaciones desatendidas.
"La industria farmacéutica y los científicos, en colaboración con los gobiernos y los donantes, deben continuar acelerando la I + D de vacunas, garantizar un suministro continuo de vacunas asequibles para satisfacer las necesidades globales y aplicar las lecciones de Covid-19 a otras enfermedades", zanjaron. (Europa Press)