La Comisión Económica para América Latina y el Caribe, unidad de Naciones Unidas, estima que la participación llegaría al 46% en 2020, 6 puntos porcentuales de caída interanual. Con el efecto de la crisis, unos 118 millones de latinoamericanas vivirán en situación de pobreza.
"Es preciso hacer esfuerzos para evitar que las múltiples crisis que se han desencadenado en el plano económico y social profundicen los nudos estructurales de la desigualdad de género en América Latina y el Caribe", urgió la Cepal.
Por esto, el organismo llama a "avanzar en la implementación de políticas fiscales que contribuyan de forma simultánea y sinérgica a los objetivos de reactivación económica y al cierre de brechas de género".
El estudio prevé un alto impacto en actividad económica y el empleo en sectores altamente feminizados, como el comercio, las industrias manufactureras, el turismo y el servicio doméstico.
Adicionalmente, en la región el 70,4% de los puestos de trabajo en el sector de la educación son ocupados por mujeres, que se ha visto forzado a detener sus labores presenciales y sumar nuevas formas de enseñanza basadas en la digitalización.
Pero en la región, los niveles de conectividad todavía son deficientes y apenas un quinto de la población estaría en condiciones para el teletrabajo.
Ese aumento en la digitalización "trae oportunidades, pero también grandes desafíos para la autonomía económica de las mujeres y para alcanzar la igualdad de género", dijo la Cepal.
Las mujeres de menores ingresos enfrentan doble obstáculo: la falta de autonomía económica y la brecha de acceso a internet.
Los nuevos empleos digitales "podrían también acentuar las desigualdades, en particular las de género, ya que las mujeres tienden a estar sobrerrepresentadas en el empleo informal, que presenta características de desprotección semejantes a las que hoy tiene el empleo en plataformas digitales". (Reuters)