“Sigo con dolor las noticias que nos llegan desde Canadá, respecto al horrendo descubrimiento de los restos de 215 niños” en Columbia británica (oeste), declaró el papa tras finalizar la tradional oración dominical del Ángélus sobre la plaza vaticana de San Pedro.
Por su parte, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, deploró el viernes el rechazo del papa y la Iglesia católica a reconocer su “responsabilidad” y “parte de culpa” en la gestión de los internados para niños autóctonos en Canadá.
Llamó a los católicos canadienses a que hablen con sus sacerdotes y obispos para “transmitirles el mensaje de que es tiempo de que la Iglesia Católica reconozca su responsabilidad, su parte de culpa y, sobre todo, que se encuentre allí para que se sepa la verdad”.
El domingo, el papa evitó llegar tan lejos y simplemente declaró: “Me uno a los obispos canadienses y a toda la Iglesia Católica de Canadá, expresándoles mi solidaridad con el pueblo canadiense sobrecogido por esta terrible noticia”.
“Este triste descubrimiento aumenta posteriormente todavía más la conciencia de los dolores y sufrimientos del pasado. Que las autoridades políticas y religiosas de Canadá sigan colaborando con determinación para arrojar luz sobre este triste caso y se comprometan a emprender humildemente un camino de reconciliación y alivió”, prosiguió.