El magistrado del Consejo Supremo Electoral (CSE) de Nicaragua, Lumberto Campbell, enfatizó recientemente el avance del cronograma establecido de cara a los comicios previstos para el próximo 7 de noviembre.
Campbell reiteró que el CSE tiene como misión el fortalecimiento y la consolidación de la democracia en Nicaragua.
El funcionario destacó que lograron adelantar una de las actividades previstas para agosto en el cronograma, acordado en consenso con los partidos políticos, que fue presentar el padrón electoral para que estas agrupaciones puedan «asegurar que su padrón está reflejado», afirmó en entrevista exclusiva para teleSUR.
La autoridad electoral precisó que, hasta el momento, cuentan con un padrón electoral de 4.300.000 ciudadanos para los comicios. Esta cifra se modificará en los próximos días pues continúa el proceso para que la población se registre y participe en las elecciones.
A nivel internacional, la situación política del país repercute con diversas posiciones sobre el tema electoral, algunos sectores afirman que la ofensiva de EEUU contra Nicaragua se debe a que la nación centroamericana da «un mal ejemplo para la región». Y es que constituye un modelo de Estado soberano e independiente que se niega a «aceptar los dictados» de Washington, al tiempo que «ha logrado en los últimos 10 años un crecimiento económico sostenido».
Así lo dijo a Sputnik el Dr. Luis Alfredo Lobato Blanco, vicerrector general de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, al denunciar «una injerencia clara y sistemática» de EEUU en los asuntos del país sandinista, sobre todo cuando «Nicaragua va a procesos electorales de cualquier signo».
«Lo que se pretende es que Nicaragua tenga el sistema electoral que a ellos les gustaría, cuando en realidad lo que ha hecho Nicaragua ha sido aprobar su propia ley electoral, aplicarla en el sentido estricto a como efectivamente puede hacer cualquier país», explicó, al indicar que las personas de la oposición detenidas, incluyendo cuatro aspirantes a la presidencia, «sistemáticamente, una y otra vez, han repetido que lo que ellos quieren es la intervención de EEUU para derrocar al Gobierno nicaragüense, un Gobierno legítimamente constituido».
De acuerdo con el también coordinador del Centro de Estudios del Desarrollo Miguel d’Escotto Brockmann, el aumento de la presión sobre Nicaragua y de algunos otros países de la región tiene que ver además con la intención de la Administración Biden de «reafirmar el dominio sobre América Latina y, particularmente, sobre el área centroamericana y caribeña».
«Esto obedece lógicamente a una visión geopolítica basada en entender a América Latina como el traspatio de EEUU, y además la manera de querer reafirmar o querer buscar de nuevo un dominio geopolítico mundial, para lo cual trata de fortalecer el grupo G7, fortalecer la OTAN y toda la política de agresividad, tanto frente a China, como frente a la Federación de Rusia», enfatizó Lobato Blanco. (Agencias)