Aunque la economía del país ya venía registrando crecimientos “intertrimestrales” desde el hundimiento registrado en el segundo trimestre de 2020, todavía no había observado un incremento interanual.
La economía del país se contrajo un 3,5% en 2020, tras haber crecido un 0,6% en el primer trimestre y haber registrado contracciones del 9%, del 2,6% y del 1,9% en el segundo, tercer y cuarto trimestre del año pasado, respectivamente.
El gasto de los hogares volvió a crecer en datos interanuales por primera ves desde hace un año, al avanzar un 1,6%, tras haber caído un 2,2% en el cuarto trimestre. De su lado, la inversión de las empresas fue del 2,9%, tras haber avanzado un 5,2% en el trimestre anterior.
Por otro lado, las exportaciones del país se contrajeron un 8,5% en comparación con un año antes y las importaciones aumentaron un 4,2%. La inversión y el gasto del Gobierno estadounidense se expandió un 1,5% interanual entre enero y marzo, tras haberse situado en el 0% en el cuarto trimestre de 2020.
En términos anualizados, es decir, extrapolando los datos del trimestre al conjunto del año (la forma preferida por la BEA para informar de los datos), el PIB del país experimentó un incremento del 6,4% en el trimestre, más de dos puntos por encima de la cifra observada en el trimestre precedente.
Los ingresos disponibles de los estadounidenses se expandieron un 67% en el trimestre, frente al 8,8% observado entre octubre y diciembre. Este incremento tan abultado se debe a los envíos de cheques de dinero en efectivo del Gobierno a los ciudadanos como parte de los programas de estímulos. De su lado, la tasa de ahorro se elevó en siete puntos porcentuales, hasta el 21%. (Europa Press)