Oriente Petrolero dejó sin palabras a propios y extraños con la humillante goleada que recibió de parte de Fluminense con un 1-10, de los cuales seis goles fueron anotados en el primer tiempo en el estadio Ramón Aguilera Costas, marcando una vergonzosa actuación.
El elenco verdolaga finalizó sin puntos, como el peor participante en la Copa Sudamericana, y con el pórtico más vencido, con 23 tantos en contra. Esta paliza histórica llegó a puertas de jugar el primer partido de la fase de cuartos de final en el torneo local frente a Bolívar. La diferencia futbolística fue descomunal desde el inicio de las acciones. A los 30 segundos de iniciado el cotejo, Fluminense anotó el primer tanto en una noche que pasará a la historia en las páginas negras del club cruceño, que fue torturado a domicilio y pagando caro su falta de nivel internacional.
Ni el más pesimista de los albiverdes imaginó quedar frente a este escenario desastroso con una humillación sin precedentes, dejando una huella que será difícil de borrar y la vergüenza de los aficionados pasó a rabia e impotencia.
Matheus Martins fue uno de los verdugos la noche de este jueves por el triplete anotado (1´, 41´y a los 54 minutos). Germán Cano también se dio el gusto de convertir una trica de goles (9´, 13´y a los 58´). Jhon Arias anotó su tanto a los 17´, detrás de él siguió la hilera de goles por intermedio de Caio Paulista (36´), Manoel (66´) y William (75´).
El descuento del anfitrión llegó a los 16 minutos, con un golpe de cabeza de Sebastián Álvarez, que a esas alturas significaba poco, porque la ventaja ya era de 3-1 y los demás goles cayeron ante una defensa frágil y que jugó sin reacción.
Todos los dardos fueron directos sobre el entrenador Erwin Sánchez, quien armó una formación con juveniles y parte de titulares para dar descanso a piezas claves en cada sector para encarar el cotejo del fin de semana contra Bolívar con más tiempo de descanso.
APG