Buenos Aires.- Un grupo de diputados opositores pidieron ayer de juicio político contra el presidente argentino Alberto Fernández por «mal desempeño en la gestión de la pandemia» de covid-19 y por violar la estricta cuarentena del país con la celebración de una fiesta en su residencia.
El escándalo lo provocó la difusión de planillas con visitas de personas a la quinta presidencial de Olivos, pero se agravó tras conocerse fotos de Fernández en la celebración del cumpleaños de la primera dama, Fabiola Yáñez, junto a nueve personas y una niña, todos sin mascarilla ni distanciamiento, en julio de 2020, cuando un decreto que prohibía los encuentros.
Además, el proyecto de ley que se presentará en el Congreso Nacional fue elaborado por diputados del partido de centroderecha Juntos por el Cambio, por «mal desempeño en la gestión de la pandemia (…) y violación de las medidas tomadas por las autoridades competentes para impedir la propagación de una epidemia «, según el texto al que tuvo acceso Reuters.
Argentina tuvo una de las cuarentenas más largas del mundo, lo que no impidió que el país superara los 108.500 muertos por la pandemia de coronavirus, que afectó duramente a una economía que viene de tres años de recesión, con altos índices de inflación y números de alarmantes de pobreza.
«Infringir la ley es un delito y más cuando uno la dicta. Es un delito que tiene implicancias éticas, morales y de gobernabilidad. ¿Cómo se le puede pedir algo a un ciudadano si quien comete el ilícito después de haber dictado la ley dice que no se trata de un ilícito? «, dijo Waldo Wolff, uno de los diputados que firma la solicitud de juicio político.
Es poco probable que el pedido, que también cuestiona la capacidad del Gobierno para conseguir vacunas contra el covid-19, can prosperar por la composición actual de legisladores oficialistas y opositores en el Congreso.
«Más allá de no tener los votos, entiendo que es un momento para exhibirlo y exponerlo en el recinto y que, en nombre de cierta cantidad enorme de ciudadanía que acuerda con nosotros, respaldemos esos valores», sostuvo Wolff.
El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, sostuvo ayer que la residencia de Olivos se convirtió, durante la cuarentena, en un centro de operaciones, pero reconoció como «un error» la reunión social que se conoció por las fotografías.
«En una ocasión hubo un evento social que no debería haber ocurrido», dijo Cafiero en una entrevista con Radio 10. «Se cometió un error, no debería haber pasado, estuvo mal», agregó.
Argentina, un país con una población de cerca de 45 millones de habitantes, aceleró durante los últimos meses su campaña de vacunación, que hasta ayer había inmunizado a 26,50 millones de personas con una dosis ya cerca de 9,60 millones de ciudadanos con el esquema completo.