Las protestas, originalmente convocadas para rechazar un plan de reforma fiscal retirado por el Gobierno, se transformaron en una demanda contra la pobreza, el desempleo, la violencia policial denunciada por los manifestantes y otros problemas del país de 50 millones de habitantes.
Además, las manifestaciones y la oposición de los partidos políticos llevaron al presidente Iván Duque a la retirar la reforma para subir los impuestos y provocaron la renuncia del ministro de Hacienda.
Organizaciones internacionales condenaron la violencia policial, vinculada a un poco menos de la mitad de las 24 muertes reportadas, la mayoría manifestantes.
El psicólogo bogotano Benjamín Paba Al-Faro, de 53 años, dijo que protestaba por una mejor educación y para garantizar la continuidad del proceso de paz con la desmovilizada guerrilla de las FARC, entre otras razones.
"Aquí no se trata de tumbar una sola ley", dijo.
El aumento de la pobreza, que se elevó a un 42,5% el año pasado en medio de los confinamientos para contener la propagación del coronavirus, aumentó las históricas desigualdades sociales y destruyó algunos avances recientes en materia de desarrollo en Colombia.
La población que vive en la pobreza aumentó a 21 millones de personas en 2020 y las que están en indigencia a 7,5 millones, informó la semana pasada el Departamento Nacional de Estadísticas.
GOBIERNO
Duque anunció el martes que su Gobierno creará un espacio para escuchar a los ciudadanos, similar a las propuestas ofrecidas a las organizaciones sociales después de las manifestaciones de 2019. Muchos grupos, incluidos los principales sindicatos, aseguran que no cumplió.
En una declaración Duque insistió el miércoles en acusar a las bandas del narcotráfico de estar detrás de los actos de vandalismo y los saqueos, al tiempo que reportó más de 550 detenciones.
"El vandalismo extremo y el terrorismo urbano que estamos observando se encuentra financiado y articulado por mafias del narcotráfico", afirmó el presidente. "Frente a quienes cometan este tipo de delitos no habrá tregua y la sociedad entera los llevará ante la justicia".
El martes, durante la séptima noche de protestas, 30 civiles y 16 policías resultaron heridos en Bogotá, reportó la alcaldía en un comunicado.
Una multitud intentó "quemar vivos" a un grupo de 10 uniformados incendiando una estación de la policía en el sur de la ciudad, de acuerdo con el informe.
"El nivel de destrucción, de violencia, de ataque contra los ciudadanos, contra nuestros bienes públicos y contra nuestra policía, es realmente insólito", dijo la alcaldesa de Bogotá, Claudia López.
Las protestas en todo el país dejan hasta ahora por lo menos 24 personas muertas y cientos de heridos, la mayoría en la suroccidental ciudad de Cali, que se convirtió en el epicentro de las manifestaciones con actos de vandalismo, ataques y enfrentamientos entre encapuchados y la policía.
Un informe de la Defensoría del Pueblo señaló al Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD) de la Policía Nacional de ser "presuntamente responsable" de 11 de las muertes, incluida la de un menor de edad.
Sin embargo, los grupos de derechos humanos afirman que la cifra de muertos es mayor. (Reuters)